La importación a México de la palabra "ninis", ocurrida realmente no hace mucho tiempo, provocó que todos los sectores voltearan a ver a los millones de jóvenes que forman ese gigantesco grupo. El drama de la juventud mexicana se convirtió en poco tiempo en motivo de burla y como muchos otros problemas serios de nuestro país un sinnúmero de chistes. Surgieron de inmediato los analistas y críticos: que los jóvenes abandonan sus estudios por falta de dinero, por problemas de drogadicción, alcoholismo, desintegración familiar, que no trabajan por flojos, que les gusta ganarse el dinero fácil y muchos razonamientos más…pero la pregunta es ¿qué les ofrece México a los "ninis"?, ¿no será que muchos jóvenes decidieron ya no estudiar? sencillamente por falta de interés, porque se dan cuenta, y tenemos que reconocerlo, que lo que se les ofrece en la mayoría de las escuelas es un servicio deficiente y caro. Así lo reflejan los informes de instituciones como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) que asegura que a pesar del gasto millonario que realiza la SEP en financiar viajes de funcionarios y aplicar evaluaciones, los estudiantes mexicanos tienen el más bajo nivel educativo entre los 30 miembros de ese organismo, son incapaces de resolver problemas elementales y los maestros apenas destinan el 69 por ciento del tiempo al trabajo en aulas. Los jóvenes -muchos "ninis"--, se dan cuenta de todos los profesionistas ingenieros, licenciados, arquitectos, contadores y demás que andan sin chamba y también están enterados que muchos con título trabajan ocho horas diarias percibiendo menos de mil pesos por semana. ¿No será que el mismo sistema político de México alienta la aparición de ninis porque sencillamente los jóvenes no son su prioridad? Muchos jóvenes piensan: "el estudiar no me va a sacar de pobre" y desde este momento cancelan la posibilidad de comprar una casa o contar con servicio médico. Saben que no crearán derechos en alguna empresa, jóvenes que cambiaron sus perspectivas, pues están convencidos que vivirán precariamente y esa es una de las principales razones por las que abandonaron la escuela. Por su parte, la SEP, según la OCDE, invierte 76 mil 305 pesos en la estancia por un día en París de uno de sus funcionarios y desembolsa hasta 118 mil euros en evaluaciones, cuyos resultados siguen siendo negativos y por ello se sigue exhortando a la SEP a invertir mejor su presupuesto, o bien compartir gastos con el sector privado. México, sigue siendo el peor educado entre 30 países evaluados por el organismo.
Derivado de lo ya dicho, podemos seguir abundando en lo fácil que le resulta a la delincuencia organizada el reclutar niños y jóvenes, en la larga lista de muchachos que practican el ocio y la vagancia, en la gente que sólo alcanza a ver al joven malabarista en los cruceros y que lo critica sin ver más allá. Insisto, qué atractivo se les ofrece a los jóvenes para sacarlos de ese enorme bache llamado "nini". Porqué en vez de hablar de los "ninis", no pensamos en lo que ha provocado y seguirá provocando el crecimiento en el número de muchachos que ni trabajan ni estudian. Lo triste es que Los "ninis" en México no creen que su condición será mejor en el futuro.
Por Martín Chávez