Cuando apenas iniciaba el mes de diciembre del 2010 se dieron a conocer públicamente los resultados de la prueba educativa internacional (PISA), y México que desde siempre ha obtenido malos resultados, otra vez volvió a quedar en un mal lugar, es posible que en ese entonces, algunos funcionarios de la Secretaría de Educación Pública pudieron sentirse satisfechos porque "por lo menos", quedamos arriba de Albania, Argentina, Brasil, Panamá, Perú y Qatar; sin embargo, se trataba solamente de un pobre consuelo. Como ya anteriormente había ocurrido, los resultados de este interesante examen daban muestra de las deficiencias en los procesos de enseñanza aprendizaje en mediciones de matemáticas, ciencias y lectura que reflejaban un sistema en crisis severa. En lugar de estar educando para la prosperidad, las escuelas públicas del país ofrecían un servicio para la formación de mediocres, la parálisis, el rezago que provocaba que nuestro país en términos comparativos, perdiera cada vez más terreno en la competencia internacional. En 2010, una noticia que sorprendió a muchos fue el avance mostrado por China, en un tiempo con las peores calificaciones, pero en una generación logró transitar del atraso a la excelencia demostrando a los países con este problema, que se puede. Recuerdo que en ese entonces, esa noticia ocupó los encabezados de los medios informativos más importantes, mostrando preocupación en el asunto. Se anunciaron medidas inmediatas para adoptar reformas al sistema educativo, mesas redondas, conferencias, seminarios, investigaciones, determinaciones, largas jornadas tratando el tema en todos los congresos de las entidades y en el de La Unión, y al paso de algunos días, a todo esto se le aplicó el artículo sexto, se echó al "cesto" de la basura. El tema educativo pasó al último lugar de prioridades, pues había otros asuntos de mayor interés como la boda de Peña Nieto, la elección interna del PAN y los resultados de las últimas encuestas políticas. Hoy, hace días, a principios de diciembre 2013 se mostraron los resultados recientes de la prueba PISA y México fue el peor, observando las mismas fallas en matemáticas, ciencias y lectura, dicen que a nuestro país le tomará 25 años alcanzar el promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, pero sólo refiriéndose a matemáticas, pues en lectura el tiempo de recuperación será mayor…de 65 años. Será muy difícil resolver los problemas de nuestra nación cuando sólo nos enteramos, nos preocupamos, pero no hacemos nada. La SEP de nueva cuenta sale al escenario para anunciar reformas, medidas y todo tipo de acciones con buenos deseos para elevar los niveles de aprendizaje, sin embargo, mientras sigamos con los ojos cerrados a la realidad, México seguirá educando para la mediocridad.
Por Martín Chávez
