Aunque no nos ubicamos en una región en donde se produce el coco y sus derivados, sin embargo, se encuentra a la venta, toda la época del año en los diversos establecimientos. El coco, la "fruta" de la palmera, es un alimento excepcionalmente nutritivo que ofrece muchas ventajas, como ayudar en la lucha y prevención de enfermedades, incluso ayudar a perder peso y no volver a recuperarlo. La carne de coco es un alimento particularmente recomendable para las personas de Tipos Metabólico Proteico, por su alto contenido en proteína. Los isleños siempre han tenido en gran estima al coco por sus propiedades preventivas y curativas de enfermedades, sobre todo porque son ricos en ácido laurico, un probado agente antivírico, antibacteriano y antimicótico. Los cocos contienen niveles altos de grasa saturada que, contrariamente a la creencia popular, es una grasa necesaria para una nutrición óptima. Hay tres tipos diferentes de grasas saturadas, y los cocos contienen el tipo más sano: los ácidos grasos de cadena media que ayudarán realmente a perder peso mientras incrementan la salud.
Los ácidos grasos de cadena media (MCFA) abundantes en los cocos se digieren más fácilmente, y son utilizados de manera diferente por el cuerpo que las otras grasas. Mientras que otras grasas se almacenan en las células del cuerpo, los MCFA del aceite de coco se envían directamente al hígado, donde se convierte inmediatamente en energía. Tanto es así, que cuando una persona come coco y aceite de coco su cuerpo lo utiliza inmediatamente para producir energía en lugar de almacenarla como grasa en el cuerpo. Gracias a que esta rápida y fácil absorción se aligera la carga de trabajo del páncreas, el hígado y el sistema digestivo y el aceite de coco "acelera" su sistema metabólico. Y puesto que el aceite de coco acelera realmente el metabolismo, el cuerpo quemará más calorías al día, lo que se traduce en pérdida de peso y aumento de energía y vitalidad.
Numerosos estudios han demostrado el efecto contrario en las grasas no saturadas con contenido excesivo en omega-6, como aceites de colza, sésamo, girasol, maíz, y otros aceites vegetales: pueden contribuir al Hipotiroidismo y disminuir su ritmo metabólico. Los cocos tienen un alto contenido en proteínas y bajo en carbohidratos. Son también fuente de ácido fólico, de todos los tipos de vitamina B, y de minerales como calcio, magnesio y potasio.
El coco es un alimento apropiado en la diabetes y la obesidad. Además puede utilizarse para combatir las lombrices y otros parásitos intestinales. Para ello, hay que comer una cucharada de coco rallado fresco en el desayuno todos los días, hasta finalizar la cura.
El coco es diurético y laxante, estimula varios procesos del aparato digestivo, ayuda a eliminar el exceso de alcohol del organismo, aumenta las plaquetas y ayuda a combatir la enfermedad del dengue.
El coco tiene muchas propiedades suavizantes y aparte de sus propiedades nutritivas, se utiliza para elaborar numerosos productos cosméticos como lociones bronceadoras, acondicionadores para el cabello, labiales, jabones y cremas hidratantes.
El aceite de coco tiene propiedades calmantes y regenerativas, además de ser antioxidante, antibacterial y antihongos. El masajear el cuero cabelludo con este aceite asegurará que el mismo esté libre de caspa. Es un excelente acondicionador que contribuye a estimular el crecimiento, en especial en cabellos maltratados.
Se comenta que beber un vaso diario de agua de coco durante un largo tiempo, puede contribuir a deshacer las arrugas he imperfecciones del cutis.
El cocotero posee un tronco de unos 45 centímetros de diámetro y que puede alcanzar hasta 35 metros de altura. Su cima es decorada con penachos de hojas apinadas, entre las cuales brotan racimos de aproximadamente 10 a 25 cocos cada uno.
El coco es un fruto esférico, de cáscara rugosa y fibrosa muy dura y de color tierra. Tiene unos 30 centímetros de longitud, y está recubierto por dentro por una pulpa blanca, de textura oleaginosa, del que se obtiene la copra, sustancia de la que se obtiene un aceite muy útil para fabricación de jabones y velas.
Y como si fuera una ostra, en el centro del coco se encuentra su mayor tesoro, que es su líquido blanquecino, un elixir nutritivo y muy apreciado por aquellos que tienen padecimientos del sistema óseo, ya que ayuda enormemente a fortificar los huesos.