ASOCIACIÓN DE PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL DE LA LAGUNA, A. C.
CAPÍTULO ESTATAL COAHUILA DE LA ASOCIACIÓN PSIQUIÁTRICA MEXICANA
VAN GOGH, FILADELFIA Y LA PSIQUIÁTRICA AMERICANA
(TRIGÉSIMA SEXTA PARTE)
Gracias a los estudios mencionados la semana pasada realizados a través de los años en diferentes centros clínicos o universitarios en varios países, se han obtenido paulatinamente resultados sumamente interesantes, así como una valiosa información que permite conocer las características y condiciones de dichos pacientes en su proceso de evolución con el paso del tiempo, lo que a su vez permite sopesar el pronóstico. A lo largo del tiempo y para completar tales estudios, se llevaron a cabo infinidad de entrevistas individuales, familiares o encuestas con diferentes orientaciones y objetivos, que ayudaron a afinar aún más ciertos aspectos específicos y áreas relacionadas con este trastorno. Como es de esperarse, la mayoría de tales resultados han sido publicados en las últimas décadas, tanto en una gran cantidad de revistas científicas médicas o psicológicas, como en un alto número de capítulos o de textos completos dedicados al tema. Definitivamente, una de las conclusiones más impactantes e interesantes que se encontró y que vino a romper la antigua creencia de que los síntomas del TDAH desaparecían parcial o totalmente al llegar a la pubertad, tiene que ver con algo que sospechábamos quienes hemos trabajado con este tipo de niños y adolescentes y sus respectivas familias; el hecho de que en un alto porcentaje el TDAH no desaparece en la pubertad como se asumía en el pasado, sino que se mantiene durante la adolescencia y persiste también en la etapa adulta, incluso hasta la vejez. Una segunda conclusión también fundamental, tiene que ver con la herencia, al descubrirlo como un trastorno hereditario, que puede ser presentado a la vez por varios miembros de una misma familia y a lo largo de varias generaciones.
Sin embargo, uno de los problemas importantes que se dan en Psiquiatría al igual que en Medicina en general, radica en la dificultad en muchas ocasiones, de la forma en que se puede traducir o extrapolar a la práctica clínica los resultados de investigaciones semejantes. Por lo mismo, los Dres. Craig B. Surman y Paul G. Hammersness, psiquiatras del Mass General Hospital de la Universidad de Harvard, presentaron un curso de cuatro horas, precisamente con ese objetivo. Inicialmente, ambos estuvieron de acuerdo en la importancia de tomar una historia clínica completa del paciente, como una evaluación bio-psico-social, mediante la cual se trata de detectar los síntomas característicos de este trastorno desde la infancia, y el curso que han seguido a lo largo de las diversas etapas de la vida, ya sea durante la adolescencia hasta llegar a la época actual como adulto, tomando en cuenta su evolución y su influencia tanto en el contexto familiar, como en el escolar, el laboral y en el social en general. Se trata de investigar cada uno de estos síntomas específicos del trastorno, y la forma en que se manifestaban durante tales etapas de la vida, para darle precisamente sus características como niño, adolescente o adulto, y el estilo personal en que se presentaba en su medio, de acuerdo a sus conductas y actitudes, a sus relaciones personales, a su funcionamiento académico y social, a sus logros y habilidades, así como a las limitaciones y dificultades presentadas durante tales períodos. En esa forma y mediante la elaboración de la historia clínica, se puede llegar hasta el momento actual en que se encuentra como adulto, precisamente cuando siente que requiere de ayuda profesional al enfrentar las dificultades y conflictos que le aquejan. Ambos investigadores recomiendan además de la historia clínica, el uso de ciertas escalas especializadas, que se desarrollaron a raíz de las investigaciones que han sido mencionadas anteriormente y que ayudan a complementar el diagnóstico de estos pacientes como adultos. Naturalmente, hay que tomar en cuenta, que muchos de ellos no solamente presentan síntomas del TDAH original, sino que es posible que paralelamente también puedan presentar otro tipo de trastornos físicos o psiquiátricos que asimismo es importante detectar (Continuará).