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NUESTRA SALUD MENTAL

Víctor Albores García

VAN GOGH, FILADELFIA Y LA PSIQUIÁTRICA AMERICANA

Pero ahora que sabemos que el TDAH es un trastorno que no se detiene al final de la adolescencia, como ha sido demostrado por una gran variedad de estudios realizados longitudinalmente a largo plazo en diferentes países, y que han sido publicados, se puede afirmar categóricamente que en un alto porcentaje dicho trastorno persiste durante la etapa adulta, inclusive hasta la vejez con una serie de consecuencias que es importante detectar y reconocer en la clínica y en la vida real. Para ello, una valoración psiquiátrica completa será de la mayor utilidad para obtener el diagnóstico adecuado e inclusive diferenciarlo de otros trastornos con los que suele confundirse. El reconocer que se trata de un trastorno que se inicia en la infancia y se prolonga a lo largo de la vida, hace indispensable precisamente una evaluación clínica semejante, la cual nos permitirá valorar la frecuencia e intensidad de sus síntomas a lo largo del crecimiento, así como la carga y las repercusiones que han tenido en su desarrollo personal, en sus experiencias con la familia, con las amistades, con las parejas, en el área escolar o en las actividades laborales, en sus relaciones interpersonales y en su vida en general. Los resultados de tantos de estos estudios, nos ayudan a tener una visión más real y global de lo que sucede con estos hombres y mujeres cuando cursan sus vidas como adultos. Los Dres. Surman y Hammerness presentaron en este curso, una visión bastante completa de tales resultados, del uso de diferentes escalas específicas para valorarlos y medirlos, así como de la variedad de opciones y estrategias terapéuticas que serían benéficas para tales individuos.

Al revisar las cuatro áreas sintomáticas características de este trastorno, se ha encontrado que en lo que respecta a la hiperactividad, ésta se puede seguir manifestando en grados diversos, desde aquellos individuos que al igual que cuando eran niños aún no pueden mantenerse quietos por períodos largos de tiempo, y necesitan salir con bastante frecuencia del sitio en que se encuentran, para moverse, caminar y desahogar su hiperactividad en esa forma, hasta aquellos otros que han logrado o aprendido a ejercer un mayor control sobre de ella, aún si no ha desaparecido del todo, pero que se manifiesta entonces a través de movimientos constantes de sus piernas o de sus manos, que necesitan mantener ocupadas con algún objeto o actividad.

Dicha hiperactividad naturalmente, influye en las actividades escolares o laborales de estos sujetos, sobre todo en el primer caso cuando se tiene muy poco control sobre ella. Por lo general, esa inquietud tan marcada, no les permite estar del todo presentes en dichas actividades, que llegan a sentir incómodas o aburridas, por lo que funcionan menos eficaz y productivamente, a pesar de poseer las habilidades cognitivas suficientes para obtener mejores resultados. Para aquellos adultos jóvenes que aún persiguen metas académicas y cursan diferentes niveles de educación universitaria, sea de licenciatura o de postgrado, la presencia constante y el trabajo en las aulas resulta mucho más tedioso y difícil para llevar a cabo, por lo que muchos de ellos se tornan muy irregulares en la asistencia y la preparación de las tareas, y consecuentemente tienden a reprobar, a estar cambiando de carreras o de escuelas, a ser expulsados, o finalmente a desertar del todo por ellos mismos. Posiblemente, nuestro sistema educativo no está del todo preparado para recibirlos e integrarlos, ya que generalmente, este tipo de personas requieren entonces de carreras más bien de tipo técnico o práctico, que se lleven a cabo en laboratorios o en áreas abiertas y exteriores, en las que no se requiera de su presencia constante, o en las que puedan moverse y deambular más fácilmente para trabajar, o inclusive en las que la energía procedente de su hiperactividad se pueda aplicar en experimentos, prácticas o tareas con un aprendizaje más activo. Idealmente, se necesitaría además de la presencia de asesores con los conocimientos y experiencia adecuados para apoyarlos en forma más personal (Continuará).

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