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NUESTRA SALUD MENTAL

Dr. Víctor Albores García

ASOCIACIÓN DE PSIQUIATRÍA Y SALUD MENTAL DE LA LAGUNA, A. C. (PSILAC)

CAPÍTULO ESTATAL COAHUILA DE LA ASOCIACIÓN PSIQUIÁTRICA MEXICANA

VAN GOGH, FILADELFIA Y LA PSIQUIÁTRICA AMERICANA

(QUINCUAGÉSIMA TERCERA PARTE)

Este interesante y típico modelo familiar con tal herencia de un estilo cortesano y nepotista no sólo aparece en México, sino que igualmente forma parte de los estilos que surgen en tantos otros países latinoamericanos, al fin hermanos de esas tradiciones y herencia cultural común. Así nos hemos dado cuenta que lo mismo acontece en el centro o en el sur de América Latina, con rasgos muy sui géneris en cada una de estas sociedades. Igualmente y es obvio, que no solamente es un fenómeno observable, sino que también lo vivimos además cotidianamente en carne propia en nuestro propio territorio. Así es como detectamos la presencia de tales grupos familiares que suelen estar constituidos en un alto porcentaje por hombres y mujeres que llevan en su interior dosis importantes de genes hiperactivos pero sobre todo genes de carácter delincuente antisocial, genes que se cultivan y fructifican aún más en semejantes ambientes familiares caracterizados por una estructura caótica, desarticulada, autoritaria, prepotente, inconstante, indisciplinada, carente de orden y de valores morales, que viene a representar precisamente el ambiente ideal y fértil para el balbuceo y el desarrollo de los primeros síntomas de corrupción, percibidos en la familia, como un estilo y sistema natural de vida y de interacción entre ellos. Procedentes de tales sistemas familiares, nuestros típicos agentes patógenos al igual que las bacterias, los virus y los parásitos, crecen, se reproducen y se infiltran en sistemas y grupos básicos de nuestra sociedad, en posiciones desde los niveles más bajos y humildes en la escalera de castas, hasta puestos sumamente importantes y trascendentes lo mismo en la vida pública que en la vida privada, en pequeñas, medianas y grandes empresas. Desgraciadamente, su presencia resulta aún más peligrosa y amenazadora en los niveles públicos administrativos y políticos, en donde llegan a controlar el dinero y el poder, con consecuencias destructivas y corrosivas generalmente más funestas y perjudiciales, que benéficas, ya que suelen ocasionar un importante desquiciamiento organizacional y un gran deterioro para el desarrollo de las instituciones en las que se han infiltrado, al igual que para las comunidades y el país en general, ya sea a nivel municipal, estatal o federal en su totalidad. Es verdaderamente triste, decepcionante y frustrante que tantas de nuestras instituciones administrativas públicas y privadas tiendan a convertirse en nidos y criaderos de semejantes especímenes patógenos, que buscan infiltrarse y apoderarse de tales posiciones estratégicas a base de compadrazgos, compra y venta de favores o de cualquiera de esas artimañas corruptas y eficaces que desde muy temprano aprendieron en la familia de origen y en ambientes semejantes, y que no necesariamente es el resultado de sus capacidades sanas intelectuales o educativas que les han permitido desarrollarse como hombres y mujeres de bien. Se trata entonces de posiciones hasta cierto punto usurpadas mediante esa serie de esfuerzos y manipulaciones delictivas, que les genera amplios beneficios económicos no necesariamente honestos ni legales y un gran poder político que manejan cómodamente; posiciones en las que se encuentran atrincherados como si se tratara de su feudo personal o dinástico familiar, que obviamente no desean abandonar o traspasar, a menos que se trate de familiares, compadres u otros individuos fácilmente controlables que también forman parte de esos círculos viciosos y nefastos de nepotismo absoluto característicos de este sistema sociocultural que heredamos desde hace muchos siglos. Un sistema que nos mantiene amarrados y atrapados hasta el presente, quizás cada vez con mayor fuerza e intensidad conforme pasan los años, mientras nos preguntamos hasta qué límite aguantarán los amarres, o cuando será el momento en que se revienten, y cuáles serán las consecuencias que enfrentaremos con la venda en los ojos? (Continuará).

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