Inicia 2013. No se acabó el mundo como algunos falsos relatores de las profecías Mayas dijeron. Aquí estamos empezando el año con nuevas energías, ideas y proyectos.
¿Qué no espera a los mexicanos en el presente año?
En el plano político el 1º de diciembre del año ya pasado (2012) tomó posesión el nuevo presidente de los mexicanos Lic. Enrique Peña Nieto (EPN) y habrá de dar sus primeros pasos como titular del Poder Ejecutivo en México. Los ciudadanos estamos apremiados que el nuevo gobierno de respuestas rápidas a los problemas más inaplazables, como el desempleo, la violencia, la inversión en el campo, entre otros aspectos.
Sin embargo, también debemos estar conscientes que las respuestas fáciles y rápidas no existirán. Los problemas de México son sumamente complejos e involucran la actividad de los tres niveles de gobiernos (Federación, Estados y Municipios) y en algunos aspectos acuerdos con otros países como Estados Unidos.
EPN ganó "Bien" utilizando la nomenclatura de las calificaciones escolares, la elección presidencial, con un margen de diferencia de casi 7% sobre AMLO y un porcentaje de votación del 38% de un índice de participación del 62% del padrón electoral.
Sin embargo, el nivel óptimo de legitimidad es algo parecido al de Hugo Chávez en Venezuela; ganó "Muy Bien" con el 55% de votación a su favor, con índice de participación superior al 80% de los venezolanos recientemente (y eso que ya andaba enfermo).
*Este año se registra también la agrupación política (MORENA) de Andrés Manuel López Obrador como partido político en el IFE. Somos respetuosos y saludamos la formación de nuevos partidos dentro del marco de libertades que vivimos en México; sin embargo, nos gustaría mucho también que caminemos en sentido de: subir el umbral para que un partido político pueda mantener su registro a 4% de la votación nacional; ciudadanización de los partidos (elecciones primarias) y candidaturas ciudadanas; democracia participativa; mejorar el sistema de garantías para los derechos de los militantes en los partidos, entre otros temas.
*En nuestros queridos estados de Coahuila de Zaragoza y Durango se van a realizar elecciones municipales en julio de este 2013, así como en varios estados del país. En "teoría" las elecciones locales son más fáciles para el PRI que las votaciones presidenciales; la superpoderosa estructura electoral y los gobiernos locales operan con mayor eficacia ante el bajo perfil de los institutos electorales.
Durante el gobierno de Humberto Moreira (2005-2011) la oposición política en Coahuila prácticamente desapareció. Hoy en 2013 el gobierno actual de Rubén Moreira, enfrenta un escenario moderadamente adverso; que ya se manifestó el 1º. de julio pasado en la votación de la elección presidencial y legislativa.
El PAN es la principal fuerza de oposición en el Estado, sobre todo en Torreón, donde en el pasado ha ganado varias veces la alcaldía. Vamos a ver también cómo quedó el liderazgo de Memo Anaya ahora, después de que el ex presidente Felipe Calderón ya salió de los Pinos. Su figura es fuerte en la Ciudad de los Grandes Esfuerzos, pero su candidatura a la alcaldía polarizaría la elección con su anterior contrincante a la gubernatura y hoy gobernador, Rubén Moreira. Sin embargo, no se descarta que vuelva a buscar la presidencia municipal. Aunque también los panistas apoyados por el PRD (en coalición) podrían darle chance a un novato o a un candidato externo.
Por el PRI todo apunta que el candidato va ser Miguel Riquelme (salvo lo que diga el CEN del PRI). La contienda próxima no está fácil para el Tricolor porque se nota por parte del alcalde actual, Eduardo Olmos, de una relación fría con la ciudadanía en varias áreas de gobierno. Incluso ante un escenario en encuestas adverso el PRI podría recurrir a un candidato externo, salvo que la idea de los priistas coahuilenses sea perder Torreón para compensar a la oposición en Estado, como ha sucedido en el pasado.
El gobierno estadal de Rubén Moreira recién inicia y pareciera perder fuerza; se le han ido a trabajar al DF algunas personalidades "liga mayor" ex colaboradores como Javier Guerrero y Oscar Pimentel. No se vería mal que se reforzara la legitimidad (credibilidad) de su Gabinete, incluso con algunas figuras de oposición que andan muy activas y también con el grupo de simpatizantes del ex gobernador y hoy Secretario de Estado federal, Enrique Martínez y Martínez.
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