El obispo consideró que los diputados federales y senadores “son cobardes” pues empeñaron el futuro económico y el desarrollo de las siguientes generaciones. (Archivo)
Al aprobar la reforma energética, el Congreso de la Unión dejó de aspirar a ser un templo de la legalidad y se convirtió en una cueva de ladrones, aseguró el obispo de Saltillo, Raúl Vera López.
Molesto porque la modificación legal “entrega a Pemex a los capitales extranjeros”, consideró que los diputados federales y senadores “son cobardes” pues empeñaron el futuro económico y el desarrollo de las siguientes generaciones.
“Ahora los mexicanos tendremos que discutir el presupuesto con las potencias extranjeras a quienes se entregó el petróleo”, señaló.
El obispo Raúl Vera participó en los eventos guadalupanos que la empresa acerera Altos Hornos de México hace cada año a sus obreros.