Poco atractivo resultó el festival de escuelas taurinas efectuado ayer en la Plaza de Toros Valente Arellano de Torreón. Ofrecen un deslucido festival taurino
Deslucido resultó el festival de escuelas taurinas efectuado ayer en el ruedo de la Plaza de Toros Valente Arellano de Torreón, donde fueron las vaquillas las que se llevaron la tarde, debido a su poca casta y notable debilidad en varias de ellas.
La jornada contó con una buena asistencia de público, muy buena para un cartel de esta naturaleza, donde tomaron parte alumnos de las escuelas que operan en Chihuahua, Zacatecas, Saltillo y desde luego la 'Jaime Cantú Charles' de esta ciudad.
Pese a los problemas que presentaron las vaquillas para su lidia, el chihuahuense Carlos Gómezpezuela, primero del cartel, dio la cara y mostró sus avances en el proceso de formación para cortar una oreja.
Como segundo espada apareció el zacatecano Emanuel Cuenca, quien mostró algunos detalles atractivos, logrando por momentos conectarse con el público, sin embargo, dejó escapar la oreja al pinchar en varias ocasiones.
El tercero en plantarse en el ruedo fue el lagunero Alberto Valdés, quien lució con el capote y posteriormente, ya con la muleta, ofreció una faena entrecortada en sus inicios, logrando mejorar sustancialmente, aunque con poca ayuda de la vaquilla, que presentó debilidad en los remos.
Pese a pinchar en su primer intento de matar, logró colocar la espada en su segunda oportunidad para hacer doblar al astado. El juez le otorgó una oreja.
Heriberto Fernández ofreció la faena más pobre de la tarde, al no lograr entender a su vaquilla y aunque por momentos mostró algunos destellos de toreo, se fue con las manos vacías.
La tercera oreja de la tarde correspondió al también lagunero Josué Espino, quien recibió a su astado de hinojos en los medios de la plaza, logrando varios quites que prendieron el ambiente en el tendido.
Tras compartir la suerte de banderillas con Heriberto Fernández y Gómezpezuela, logró dar algunos pincelazos de arte taurino con la muleta, aunque sin lograr hilvanar una buena serie de pases.
Cerró plaza Marco Monsiváis, juvenil satillense que por momentos dejó entrever calidad, aunque su vaquilla se echó y con ello acabó su oportunidad de lucirse.
