Visita. El arzobispo de Durango, Héctor González recordó los cuerpos de las fosas que aún no han sido reclamados, les dio su bendición.
El sábado por la mañana el arzobispo de Durango, Héctor González Martínez asistió al cementerio Valle de los Sabinos para celebrar una eucaristía con motivo del Día de Muertos, durante la homilía se refirió a los 200 cuerpos que yacen en el camposanto y que fueron encontrados en las fosas clandestinas.
El religioso pidió orar por las almas de los restos que aún no han sido reclamados y que se encuentran en un predio donde sólo hay una cruz de madera blanca y en el que ayer sábado fue utilizado como depósito de basura de las personas que llevaron flores a sus familiares sepultados en el lugar.
ORA POR VÍCTIMAS
Al término de la celebración, el arzobispo refirió "en aquel ángulo, por allá, está el cementerio de los que fueron encontrados en la fosas clandestinas y nuestra fe nos debe hacer responsables de toda la humanidad, no sólo de nuestros familiares, nuestras oraciones deben alcanzar a todos conocidos y no conocidos, y más todavía que alcance a los desconocidos"; "nuestra fe tiene que ser muy católica y muy universal, por todos y no sólo con el interés de los nuestros".
Al cuestionársele sobre las personas que están desaparecidas, afirmó que dentro de la iglesia se ora por todo el mundo y dijo, "no podemos ser elitistas y pensar que nuestro culto se hace sólo por nuestras intenciones particulares, sino que debe alcanzar a toda clase de persona como se hace durante la consagración".
El arzobispo de Durango, después de concluir con la entrevista, se acercó con algunas personas que asistieron a la misa, incluso se tomó fotografías con algunas personas.
Posteriormente y minutos antes de subir al vehículo en el que es traslada, le preguntó al administrador del cementerio Valle de los Sabinos cuántas personas son las que aún permanecen sin identificar. Se le respondió que son alrededor de 200, por lo que procedió a realizar una bendición con dirección a la fosa común que se habilitó.
El panteón Oriente se llena de 'vida'
Algunas tumbas se llenaron de flores, y otros detalles relacionados con la tradición del Día de Muertos. Otras simplemente sirvieron como asiento, escalón o piso para la muchedumbre que acudió al Panteón de Oriente, ubicado en Durango capital.
Por mucho, el histórico Panteón de Oriente es el que más gente recibe entre el 1 y 2 de noviembre, razón por la cual se tiene la costumbre de cerrar las calles aledañas al mismo, pues de alguna manera se evita la aglomeración en torno al espacio de 28 hectáreas que alberga varias generaciones de difuntos.
En el lugar había desde familias de 20 integrantes, hasta hombres y mujeres solitarios.