Nosotros Las palabras tienen la palabra VIBREMOS POSITIVO Eventos

Ordenando el caos

ACIERTO EQUIVOCADO

Dalia Reyes

¿Será posible esta construcción? Sí, lo es, tanto que acabo de escribirla y usted la está leyendo. Estos argumentos son suficientes para demostrar cuánto es posible.

Traigo este asunto revoloteando en la mente desde hace algunos días porque esta parte de mí siempre anda elucubrando sobre qué hubiese pasado si mis decisiones hubiesen sido diferentes. Bueno, decir "mis decisiones" conlleva demasiada soberbia de mi parte porque, al final de cuentas, procedemos según lo que otros nos ponen en el camino.

El asunto es éste: hace 24 años fui a pedir trabajo a una tienda de azulejos y no me contrataron; luego, un fulano extranjero en busca de asistente personal mostró sus colmillos de tratante de blancas antes de que yo firmara contrato alguno y, por último, mis estudios de química me tenían en una larga lista de espera porque las escuelas egresaban técnicos laboratoristas como hormigas un hormiguero.

Acabé contratada como correctora de telex -un aparatote abuelito del fax que paría hojas blancas con largos textos sin acentos ni puntuación-. Ahí, jorobada sobre una mesa pequeña aprendí de oído la jerga periodística y de mano la redacción en una pesada máquina Olimpia, cuyo olor se convirtió en una marca indeleble.

Ahí, entre ese albur que implica trabajar en los medios y la constante adrenalina de una hora de cierre, siempre con su bocaza a punto de tragarnos, justo ahí estaba yo. Mi deseo siempre dividido entre la química orgánica y las ansias por escribir en una vorágine de ideas, me armó como soy ahora.

Podría estar convertida en una empresaria negociando vitropisos o estar muerta y extraviada como las mujeres de Ciudad Juárez, quizá estaría oculta en un laboratorio. Tal vez… pero alguien cometió una equivocación y estoy aquí, tecleando más de dos décadas en 300 palabras; lo más terrible del caso es que me alegra mucho el fallo.

No olvidé las valencias ni las ecuaciones balanceadas y justamente estas palabras, al paso del tiempo, me permitieron seguir amando las ciencias y poder decirlo al mundo en forma de noticias entrevistas, crónicas, reportajes y artículos como éstos.

Así lo llamo, "cerrar el círculo": yo escribo lo que usted no pergeña y usted me dice lo que yo no digo. Es una negociación justa a la que me llevó la decisión tomada un día, cuando fui a pedir empleo a un periódico.

No, no fue un acierto equivocado sino una equivocación muy acertada.

NOTA: Debo agradecer a quienes se atrevieron a publicar mis primeras y mis más recientes letras, incluido "Ordenando el caso", el libro que hoy presento y espero usted me acompañe a esta fiesta.

Leer más de Nosotros

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 843968

elsiglo.mx