Aquel viejo adagio, los viajes ilustran, debió ser en un tiempo cuando se usaba el óleo y no las crayolas para hacer la tarea, en una época cuando "ilustrar" estaba más relacionado con dar enseñanza que con dibujos animados.
No tengo el dato, mas las experiencias recientes por mis andanzas en el mundo -por lo menos en el mío conocido- me dan a saber lo siguiente: la ilustración terminó hace mucho y ahora, si acaso, llegamos a art decó.
Por los libros y películas sabemos la usanza viajera cuando los abuelos: la mayoría de ellos no conocían más allá de sus caminos a donde recogían leña; pero, quienes salían de ahí y eran capaces de volver, se convertían en narradores, juglares de verdades más allá de sus cavernas.
Un viajero decente visitaba ciudades y sus palacios, monumentos, castillo y parajes más famosos. Quedaba en cada puerto tanto tiempo como fuera necesario para identificar la cultura local en cada sitio. Si pertenecía a la clase alta, tenía buenos amigos con mejores casas, quienes le daban hospedaje por largas temporadas, cuyo término lo marcaba el ansia de aprendizajes nuevo o el matrimonio bien avenido.
Hoy, salir de casa parece un sueño -o una pesadilla-. ¿Qué podemos aprender en una ida a vuelta Saltillo-México-Saltillo cuando la mitad del tiempo estuvimos montados en un Embraer cuyos espacios nos dejan en posición fetal?
Los cruceros, otrora signo de poderío y clase, hoy se ofertan en pagos fáciles desde ahora y hasta el futuro, con espacios para llevar a los niños de la cuadra, dos suegros, un primo y la mascota -del amigo-. Las atracciones llueven entre bodevilles, personajes de Disney y tocadas con grupos salseros.
La historia, la cultura, la literatura no está al alcance de los viajes modernos para la clase media; los sitios en la playa apenas dan para un camastro y el chiquillo moviendo la panza; en las ciudades coloniales, se comparte al guía en el callejón del beso y ver las momias está prohibido pues el paquete tiene un trueque al panteón municipal.
Será tiempo, dinero o intención, lo cierto es que viajar hoy, despinta más que ilustra.
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