Nosotros Las palabras tienen la palabra VIBREMOS POSITIVO Eventos

Ordenando el Caos

YO SÍ SIRVO

Dalia Reyes

Así como la palabra "gracias", hay otra cuya esencia hemos diluido, absorbido, chupado como el Chupacabras a las cabras; ésta es "servir".

No ser la mesa; tampoco aludo a ese caso profundísimo que traía a colación Don Felipe tan a menudo: "está bueno pero no sirve". Refería él a ciertos objetos cuya funcionalidad sería excepcional a otras personas, más no para sus fines.

La cosa reside en usar el verbo para coleccionar perdones, beneficios divinos o aumentos salariales. De él abusan hombres y mujeres asignados por deífica mano a responder llamadas a clientes afligidos, confundidos y a punto de suicidio.

Pongo por caso -a reserva de conocer el suyo, pues siempre hay alguien en peor situación que uno- esa llamada para aclarar un cargo fantasma en la tarjeta bancaria. La chica atiende la llamada, diez minutos después y tras concluir la Pastoral de Beethoven, con determinación y reza el rosario con su nombre y primer apellido, el saludo según la hora, bienvenida y la aclaración de lo importante que es para ella atenderme.

Cuando expongo mi duda, ella contesta, con la misma rapidez: "Es un gasto que hizo usted en fecha y lugar tal. ¿Algo más en lo que pueda servirle?". Bien visto, no me ha servido de nada, así ataco con insistencia para aclarar que yo no conozco esa tienda en Tailandia ni suelo vestir tutú como para comprarme cinco. "Alguien más pudo haber usado su tarjeta, señora, pregunte a sus familiares y podrá aclarar el cobro. ¿Algo más en lo que pueda servirle?".

Una hora después, la señorita insiste en que yo debo de tener Alzheimer y olvidé mi viaje a aquel país; opina sobre procesos de desprendimiento para alejar situaciones difíciles en nuestra vida que nos hacen borrar por completo nuestras acciones o, en fin, que ya soy bastante mayor como para acordarme con claridad en dónde ando y cómo pago.

Harta de escuchar, ella me da otro número para hablar con otra persona; se despide y hace la pregunta por enésima vez. Marco, espero, escucho la retahíla; ahora es un joven quien está dispuesto a ayudarme so pena de invertir en ello su vida.

¿Qué les puedo contar? Tras otros 60 minutos de espera, explicaciones detalladas y "usted es muy importante para nosotros", me dicen que ese no es el departamento correcto para exponer mi queja; debo ir en persona al banco y hacer desde ahí otra llamada al directorio inicial. "¿Algo más en lo pueda servirle?".

Grrrr. (dreyesvaldes@hotmail.com)

Leer más de Nosotros

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Nosotros

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 910299

elsiglo.mx