Vencida el jueves de la semana pasada la prórroga solicitada por Pemex a la Corte de Distrito del Estado de Nueva York para presentar pruebas de cargo contra las empresas coreana SK Engineering & Construction y alemana Siemens por supuestos sobornos, se está planeando otra
Ésta, con carácter de definitiva, vence el próximo ocho de mayo, es decir si para entonces no hay evidencia suficiente, el caso será desvanecido… cargándosele gastos y costas a la paraestatal.
Como usted sabe el asunto se relaciona con las obras de reconfiguración y modernización de la refinería "Héctor Lara Sosa" ubicada en el municipio de Cadereyta de Jiménez, Nuevo León, realizadas durante el sexenio zedillista.
Las firmas, junto con la mexicana Tribasa de David Peñaloza Sandoval, quien opera hoy bajo otra relación social, integraron el consorcio Conproca para enfrentar en conjunto la obra.
El otorgamiento del contrato por mil 700 millones de dólares concitó la ira de las empresas mexicanas en competencia, dado la imposibilidad de ofrecer un precio tan reducido.
El caso es que para mantenerlo y alcanzar ganancias, las firmas utilizaron materiales de segunda, además de reclutar como soldadores a un ejército de jóvenes coreanos que así eludían un servicio militar de dos años en cuarteles.
Las obras finalmente se entregaron inconclusas, por más que se realizó una inauguración en la recta final de sexenio zedillista con la presencia del propio Ejecutivo, aun cuando el conjunto no trabajaba ni a la tercera parte de su capacidad instalada.
Meses después, a fin de que comenzaran a fluir los recursos para el pago, contratada la obra bajo el esquema de Proyectos de Impacto Diferido en el Registro del Gasto, conocidos como Pidiregas, en cuyo esquema las constructores financiaban las obras y el contratante pagaba a la entrega de estás, supuestamente con los propios recursos derivados de la explotación, se le dio a Conproca un finiquito de la obra.
Con éste en la mano, el consorcio planteó una serie de reclamos por supuestos vicios ocultos en el contrato, que al no acceder Pemex al pago provocaron que el litigio se fuera a la Corte Internacional de Arbitraje con sede en París.
La posibilidad había sido aceptada por las partes a la firma del contrato.
Conproca exigía un pago adicional de 750 millones de dólares.
El caso es que aun cuando Pemex planteó a su vez su propio reclamo, éste por 900 millones de dólares, alegando la mala calidad de los trabajos, el finiquito fue definitivo para descalificar sus razones.
¿O qué, no firmaste de conformidad?
Finalmente, desechados parte de los reclamos de coreanos y alemanes, el laudo expedido exigía el pago de una indemnización de 350 millones de dólares, a Conproca… más los intereses acumulados en el largo litigio.
A su llegada a la dirección general de la paraestatal, Emilio Lozoya, se encontró con la exigencia de firmar un cheque por 500 millones de dólares para cerrar el asunto.
A partir de ahí se decidió revisar el expediente, encontrándose con que parte de los reclamos nada tenían que ver con las obras. Estamos hablando de la compra de edredones o colchas de lujo, membresías para clubes deportivos, palos de golf, además de otras zarandajas, lo que abrió la sospecha de que Conproca había recurrido a la compra de funcionarios.
De ahí la querella ante las Cortes de Nueva York, apuntalada por una investigación realizada por la Comisión de Valores de Estados Unidos (SEC por sus siglas en inglés) que involucraba a Siemens en la entrega de sobornos en diversos países, incluido México.
La firma alemana había reconocido tácitamente su culpa al pagar una colosal multa para detener el proceso.
La paradoja del caso es que simultánea a la querella en Nueva York se abrió una denuncia ante la Procuraduría General de la República, en cuyo caso ya hay órdenes de aprehensión contra funcionarios de la empresa pública ligados a quien fuera director de Pemex Refinación, Jaime Mario Willars.
Este se había ido a Rusia al estallar el escándalo.
Lo curioso del caso es que en la danza se acusa ahora a ex abogados generales de la paraestatal y despachos externos de alargar artificialmente el conflicto, para seguir ganando jugosos honorarios.
Por lo pronto, ante el titubeo de Pemex, los representantes de Conproca se llenan la boca señalando que el consorcio ha actuado y seguirá actuando en todo momento con transparencia y en estricto apego a la ley.
¿Les cae?
BALANCE GENERAL
Aunque oficialmente el gobierno no reconoce que está emprendiendo el rescate de las desarrolladoras inmobiliarias, lo cierto es que lo hace en forma indirecta, al laxar las reglas en materia de terrenos adecuados para construcción de viviendas
De acuerdo al Plan Nacional de Vivienda, éstos deberían estar conurbados a centros urbanos para garantizar el flujo de servicios, lo que colocaba en situación difícil a las firmas que se habían engolosinado en adquirir reservas en lugares inhóspitos, sin darle cuenta a la autoridad.
La percepción, justo, de los inversionistas es que las inversiones, con apoyo de créditos bancarios, habían resultado inútiles, provocando una oferta dominó en la cotización de sus papeles en la Bolsa Mexicana de Valores.
El caso es que según la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, que encabeza Jorge Carlos Ramírez Marín, de 50 mil hectáreas registradas en 102 ciudades del país, el 94 por ciento cumple con las características exigidas por el gobierno.
A quién le importa si en la nación existen más de cinco millones de viviendas de interés social abandonadas o nunca habitadas.
NO SE FUE; LO FUERON
Ahora resulta que la supuesta renuncia del director general del organismo promotor de inversiones y comercio exterior conocido como ProMéxico, Ernesto de Lucas Hopkins, apodado como "El Pato Lucas", para atender asuntos personales, no fue voluntaria. Se la pidieron.
Al parecer el artífice fue el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, al conocerse una denuncia interpuesta por el exdiputado por Jalisco, Humberto López Portillo Basave, que involucraba a Marcelo Calderoni Obregón, quien fungía como jefe de asesores del exdirector general de ProMéxico.
La carambola salpicó a éste. Lo cierto es que el renunciante no tenía la mínima experiencia para desempeñar el cargo.
MUSEO AMPARO
Bajo la dirección del arquitecto Enrique Norten, se realizó ya la primera etapa de remodelación del Museo Amparo de Puebla, creado por Ángeles Espinoza Yglesias en 1991.
El recinto ofrece ya galerías para exposiciones temporales, auditorio, biblioteca, tienda y bóveda para obras.
La segunda y tercera etapas de la obra estarán listas en el segundo trimestre del año, con una inversión global de 400 millones de pesos.
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