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PALABRAS DE PODER

DECISIÓN Y CIRCUNSTANCIAS

JACINTO FAYA VIESCA

COLUMNA PÓSTUMA

Una de las capacidades más útiles en la vida, lo constituye la habilidad para decidir

Comúnmente entendemos por Decisión la determinación o acuerdo que se toma o se da en una cuestión dudosa. Entre más importante sea la Decisión que debe tomarse, mayor debe ser nuestra capacidad de discernir bien las cosas, y mayor también nuestra entereza y energía.

Julio César, decía que ante toda Decisión difícil, se tomaba el tiempo necesario para pensar lo que iba a decidir, pero una vez que había tomado su Decisión, de inmediato la ejecutaba, ya que de no hacerlo, se le podría enfriar el valor para su ejecución.

Napoleón Bonaparte, fue un ejemplo de lo que significa gozar de una gran capacidad para analizar los asuntos y resolverlos con prontitud. Cuando Napoleón se decidía, de inmediato ejecutaba.

Una de las capacidades más útiles en la vida, lo constituye la habilidad para decidir. De hecho, todos los hombres más destacados en la política, negocios de todo tipo, han ejercido su capacidad de decidir y de ejecutar de inmediato lo ya decidido.

¿Cuál es la razón por la que los más grandes triunfadores en el comercio, industria, etc., ejecuten de inmediato lo decidido? La razón fundamental consiste en que toda Decisión aun las más personales (como un problema matrimonial, de salud, etc.) se da dentro de una serie de factores que por azar coinciden en un momento determinado.

A este conjunto de factores vinculados, lo llamamos "Circunstancia". Por ejemplo, un empresario debe tomar una Decisión muy difícil sobre un problema de su empresa. Ese problema está dentro de una Circunstancia determinada. Si actúa ese empresario, estando las circunstancias en contra, seguramente se equivocará. Pero si las circunstancias son las apropiadas y no actúa, fracasará también. Y es que la esencia de las circunstancias es su cambio permanente.

Cuando una Circunstancia nos es favorable y sabemos aprovecharla, la cresta de la ola nos deposita en uno de los cuernos de la luna: en el éxito. Pero si dejamos de aprovechar la Circunstancia favorable, la ola nos aventará contra la arena. Nada describe mejor esta situación, que una de las sentencias de sabiduría más famosas de la Grecia Antigua, que dice: "la fuerza de las circunstancias es más poderosa que todos los poderes de los dioses".

Las circunstancias mandan, y todo lo que hacemos es en base a determinadas circunstancias. Las personas que saben decidir sobre un asunto, lo primero que hacen es enfocarse en todos los factores que forman parte de esas circunstancias (personas, lugares, tiempo, ventajas, desventajas, etc.), y en base a ellas, toman la Decisión más conveniente, así como ejecutarla de inmediato.

Recordemos que lo que es excelente en una determinada Circunstancia ya no lo es, si esa Circunstancia ha cambiado. Por ejemplo: en un determinado período los médicos le dicen al paciente que está en el momento oportuno para operarlo del corazón, y con probabilidades muy altas de éxito. El paciente no se decide y deja transcurrir el tiempo. Y cuando decide operarse, los médicos le dicen que es absolutamente inconveniente, pues su salud se ha deteriorado mucho, por lo que ya no podrán intervenirlo, y dada su condición actual, sus médicos le comunican que le quedan sólo unos meses de vida.

Lo mismo sucede en las relación con nuestro cónyuge, con nuestros hijos, con el estado de nuestros negocios: hay momentos propicios en que las circunstancias son las apropiadas para decidir y actuar. Si no decidimos y actuamos dentro de esas circunstancias apropiadas, después podrían ya no repetirse.

Quiero compartir un profundo pensamiento del gran escritor alemán, Schiller, quien escribió: "El más rico presente del cielo es la decisión en el instante crítico en que el alma, oprimida, expresa lo que siente, de una manera insólita".

Un proverbio árabe, dice: "Una sola palabra puede decidir un negocio. Y un solo hombre, la suerte de un imperio".

Aun dentro de circunstancias difíciles, con mucha frecuencia podemos alterarlas, a base de inteligencia y de una Decisión audaz y valiente.

Nadie puede negar que existan circunstancias que nos atrapan y determinan nuestras acciones. Pero es cierto también, que nosotros en circunstancias no tan aplastantes, podemos influir en esas circunstancias y no dejarnos que ellas nos determinen a nosotros.

¡Nunca olvidemos, que en toda Decisión nuestra debe haber un período de reflexión, solo que una vez que ya reflexionamos y decidimos, la ejecución de nuestra decisión debe ejecutarse de inmediato!

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