La artritis reumatoide (AR) es un serio problema de salud en México. El panorama para quienes sufren este mal es grave. A nivel nacional sólo hay 520 reumatólogos. Hay estados como Campeche y Tlaxcala que no tienen un especialista.
Se estima que hay 2 millones de mexicanos que tienen AR, una enfermedad autoinmune crónica de las articulaciones que provoca su inflamación o desgaste, lo que causa dolor y con el tiempo la pérdida de las mismas. A diferencia de Europa, se presenta de manera más severa en México.
Esta enfermedad se ubica entre las diez principales que causan incapacidad. Si bien este padecimiento está incluido en el Seguro Popular, éste no tiene recursos para aplicar los tratamientos necesarios, ni los especialistas para atenderlo.
Son médicos familiares e internistas quienes atienden a los pacientes, que en su mayoría oscilan entre los 27 y 45 años de edad, y es más frecuente en las mujeres que en los hombres.
Manuel Robles San Román, director del Departamento de Reumatología de la División de Medicina Interna del Instituto de la Salud del Estado de México (ISSEMyM), quien participa en la iniciativa mundial AR: Únete a la Lucha, que elaboró una encuesta entre pacientes de 42 países y cuyos resultados fueron presentados en el Congreso Anual Europeo de Reumatología, consideró que una persona con AR llega a perder entre dos a cuatro años antes de llegar con un reumatólogo que le haga un diagnóstico correcto de su enfermedad.
En el caso de la artritis, dijo, es bastante tiempo, "porque si en seis meses no se hace un diagnóstico adecuado, hemos visto que en tres y cuatro meses se pueden empezar a ver lesiones erosivas en articulaciones", que son irreversibles y favorecen la incapacidad funcional".
Dijo que la AR debe ser considerada por el Seguro Popular como una enfermedad catastrófica, pues el gasto por paciente es cercano a los 50 mil pesos mensuales, si su tratamiento está basado en medicamentos modificadores de la enfermedad (pastillas que intentan reducir la inflamación) y hasta 200 mil pesos si se trata de terapias biológicas (medicamentos inyectados que controlan la inflamación y evitan el daño en articulaciones y deformidades).