Superada la conmoción por la renuncia de Benedicto XVI, la curia romana se apresta a iniciar el proceso de elección del sucesor en medio de mitos, rumores y un sinfín de especulaciones.
A diferencia de lo que ocurrió al morir Juan Pablo II, la jerarquía de la Iglesia Católica fue tomada por sorpresa y tendrá menos tiempo -treinta día a lo sumo-para organizar el cónclave del Colegio Cardenalicio.
Hay mitos que conviene esclarecer ante el cúmulo de versiones que van y vienen.
El primero se refiere a que el nuevo papa será impuesto por Benedicto XVI lo que resulta absurdo por la sencilla razón de que el voto es secreto y de acuerdo a los cánones religiosos la inspiración para elegir al Vicario de Cristo viene del Espíritu Santo y no del papa anterior.
Un papa ya fallecido o uno en vida como será el caso de Joseph Ratiznger, tendría que seguir en el mando y participar en el cónclave para operar una elección en donde votarán 118 cardenales.
El segundo mito se refiere a la necesidad de elegir a un papa que modernice a la religión católica como si se tratara de una empresa comercial o un partido político. La Iglesia Católica lleva más de dos mil años y su misión central es llevar la palabra de Cristo al mundo para salvar el mayor número de almas.
No busca erigirse en una nación dominante y menos en una empresa exitosa para competir en el mundo bursátil. La Iglesia ejecutó cambios notables en el Concilio Vaticano celebrado entre 1962 y 1965 que siguen en proceso de consolidación.
El tercer mito, muy difundido por cierto, señala que el sucesor de Ratzinger debe ser un brasileño o un mexicano en respuesta al número de católicos de esos países. Brasil es por cierto el país número uno con 133 millones de católicos, le sigue México con 96 millones, luego Filipinas con 75, Estados Unidos con 74 e Italia con 50 millones.
Los papas se eligen por la trayectoria y perfil de los cardenales, mas no por el número de fieles de sus respectivos países. Si así fuera hace tiempo que los papas serían de América lo que nunca ha sucedido, en cambio África ha aportado dos pontífices en la historia.
Bajo esa perspectiva, los cardenales con más posibilidades para ocupar la silla de San Pedro son los siguientes:
El arzobispo de Milán, Angelo Scola, se perfila como favorito en Italia, tiene 71 años de edad, es experto en bioética, conoce el Islam y ya estuvo entre los posibles en el cónclave de 2005.
Le sigue el también italiano Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo Pontificio de la Cultura desde 2007, ha escrito infinidad de libros y artículos. Su perfil intelectual, similar al de Joseph Ratzinger, podría pesar a la hora de la votación.
El cardenal canadiense Marc Ouellet de 68 años es otro fuerte candidato. Es el Prefecto para la Congregación de Obispos en El Vaticano desde 2010. Habla seis idiomas y se le considera una de las mejores cartas para continuar el legado de Juan Pablo II y Benedicto XVI.
El cardenal Peter Turkson, de Ghana, podría dar la sorpresa si no se ponen de acuerdo en un papa europeo. A sus 64 años ocupa la influyente oficina de Justicia y Paz en El Vaticano.
Si de sorpresas se trata, el cardenal y arzobispo de Nueva York, Timothy Dolan, podría ser el elegido. De apenas 62 años ha llamado la atención por su carisma y su trabajo pastoral, pero tiene sólo un año como cardenal y además vive a miles de kilómetros de Roma.
El cardenal filipino Luis Tagle es otro de los candidatos, colaboró con Benedicto XVI en la Comisión Teológica Internacional y a sus 55 años se le compara a Juan Pablo II por su vitalidad.
De los latinoamericanos, el cardenal Odilo Pedro Scherer, arzobispo de Sao Paolo, es el más mencionado por gobernar la diócesis más grande del mundo y porque su origen brasileño-alemán lo acerca a los 62 cardenales europeos que participarán en el cónclave.
Ninguno de los tres cardenales mexicanos que participarán en el proceso de sucesión tiene posibilidades en esta ocasión. Hace ocho años, el arzobispo Norberto Rivera Carrera llegó a ser incluido en la lista de los candidatos por las exitosas giras de Juan Pablo II a México.
Así las cosas, todo apunta a que el mando de El Vaticano regresará a los italianos, sin descartar sorpresas de último momento.
APUNTES FINALES
No se midió la senadora y medallista olímpica Ana Gabriela Guevara al desestimar el triunfo de México en el futbol de Londres 2012… Veremos si le contestan Luis Fernando Tena y los medallistas aztecas… Se le complica el manejo de la inseguridad al gobierno de Enrique Peña Nieto, no está del todo claro en qué consiste la nueva estrategia.
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