De acuerdo a la disponibilidad de agua en el río Nazas durante el período 2007-2012, se pudieron sembrar importantes superficies agrícolas en la Comarca Lagunera, destacando los escurrimientos extraordinarios por el cauce del río Nazas en 2008 y 2010. Esto se logró a pesar de la severa sequía del 2011 y la menos drástica de 2012, gracias a los volúmenes de agua almacenados en las presas.
Como resultado de lo anterior, se redujeron las reservas almacenadas en las presas en el 2013, restringiendo la superficie sembrada con agua del río Nazas, con su consiguiente impacto en las actividades económicas de la región.
Por otro lado, en los últimos años las actividades económicas de la región Lagunera se han visto afectadas por diversos factores que han impactado en la conservación y creación de empleos. En este año, uno de los factores ha sido la disponibilidad de agua en la cuenca del río Nazas, que se ha traducido en una menor producción agrícola en el Distrito de Riego.
Esta situación ha generado gran preocupación sobre lo qué ocurrirá en el 2014, dada la importancia económica y social de las actividades agrícolas en la región, lo que ha propiciado vaticinios o profecías sobre el futuro de la Comarca Lagunera.
Recientemente se han planteado en los medios de comunicación profecías catastróficas sobre el destino de la Comarca Lagunera por la falta de agua durante un largo período de sequía, lo cual provoca alarma entre la población y los productores agrícolas. Sin embargo, el agua disponible en la cuenca permitió contar con importantes ciclos agrícolas del 2007 al 2012. Estas infundadas especulaciones extremas sobre la disponibilidad de agua, generan incertidumbre, que pueden llegar a representar una seria amenaza para el desarrollo urbano y económico de la región al ahuyentar las inversiones locales y foráneas.
Cabe destacar, que los efectos en las actividades agrícolas se ven atenuados al existir adicionalmente una superficie agrícola importante que es cultivada con agua subterránea. También, es necesario precisar que de ninguna manera está en riesgo el abasto a la población, dado que existe suficiente disponibilidad de agua para los usos urbanos aún cuando la distribución en la mayoría de los sistemas de abastecimiento sea ineficiente.
Lo que es una realidad, es que las actividades agrícolas para el 2014 dependerán del volumen que se encuentre almacenado en las presas en el próximo mes de octubre, después de las aportaciones de escurrimientos que se reciban durante la temporada de lluvias.
El pronóstico climatológico estacional, para predecir las posibles lluvias en los próximos meses, está sujeto a la incertidumbre propia de los fenómenos meteorológicos, sobre todo cuando se presentan condiciones extremas, ya sea de sequía o de abundante lluvia, que son más difíciles de predecir. Para elaborar los pronósticos del clima, los especialistas evalúan en el continente, las condiciones de la atmósfera y de los océanos, analizando además similitudes de las condiciones actuales con las de otros años.
Ya estamos en el mes de mayo, al final del período de estiaje que terminará al iniciar la temporada de lluvias en julio. El Servicio Meteorológico Nacional, dependiente de la Conagua, con la colaboración de instituciones internacionales, ha emitido un pronóstico para el mes de julio en el cual se espera que las lluvias en la cuenca serán normales y se prevé que en la próxima temporada ocurrirán más ciclones que el promedio en los últimos años, tanto en el Atlántico como en el Pacífico, aunque es impredecible conocer con certeza las trayectorias que seguirán y por lo tanto la forma en que impactarán en el territorio nacional. Es importante mencionar que los pronósticos para este año han estado variando considerablemente de enero a la fecha.
La cuenca del río Nazas depende cada año de los huracanes que se desarrollan, principalmente en el Pacífico y que influyen en la entrada de humedad oceánica al país. De acuerdo a las predicciones de un mayor número de huracanes, es razonable pensar que se incremente la probabilidad de que pueda haber una recuperación de los volúmenes almacenados en las presas.
Por lo tanto, durante estos meses de mayo y junio, a pesar de que puedan presentarse lluvias escasas y se manifiesten especulaciones extremas sobre el clima, debemos ser prudentes al valorar las condiciones climatológicas y analizar con cuidado los pronósticos de lluvias para la cuenca del río Nazas.
