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PARADIGMAS DEL AGUA

EL ABASTO DE AGUA POTABLE EN LA COMARCA LAGUNERA

RAÚL CUÉLLAR CHÁVEZ

La razón de ser de los sistemas de agua potable es el abastecer de agua suficiente y de calidad a la población, generando los recursos económicos para atender sus necesidades actuales y futuras. En México, le corresponde a las autoridades municipales esta responsabilidad y requieren del apoyo de los gobiernos estatales y del Gobierno federal para ofrecer este servicio a un costo adecuado a los usuarios de acuerdo al volumen que consuman.

Una condición imprescindible es que el funcionamiento de los sistemas esté suficientemente tecnificado para poder proporcionar un servicio con calidad a todos los usuarios. Este debe ser el objetivo de toda empresa abastecedora de agua, sin embargo, en la práctica, algunas se han desviado de su objetivo principal, enviciándose los procesos y en consecuencia se han deteriorado sus niveles de eficiencia, prestando un servicio deficiente y han disminuido sus ingresos.

Existen en el país sistemas que han transitado por esa situación hasta alcanzar severas crisis, que finalmente se han solucionado y ahora son casos de éxito, como Monterrey, León, Tijuana y Saltillo, entre otros. Lo deseable es enfrentar las deficiencias antes de caer en las crisis.

Los sistemas de agua potable no pueden sobrevivir con una visión de muy corto plazo, necesitan contar con una planeación a mediano y largo plazo, que les permita atender la demanda inmediata y a futuro. Todo organismo operador debe contar con un plan de acciones para atender el crecimiento esperado, construyendo la infraestructura necesaria de acuerdo al desarrollo de las ciudades y haciendo la gestión de los recursos con los estados y la federación.

La prestación del servicio de abastecimiento de agua potable debe proporcionar los ingresos suficientes para que el organismo operador se fortalezca y capitalice para contar con una infraestructura hidráulica que permita ofrecer el abasto a toda la población. Para lograr esto es imprescindible que se cuente con la participación decidida de las autoridades municipales y del personal directivo de las empresas abastecedoras.

Lo que no se mide no se puede mejorar, por lo que se deben establecer los indicadores de eficiencias en los procesos que intervienen en el desempeño de los organismos operadores.

Para evaluar un sistema se requiere analizar por separado cada uno de los componentes del servicio proporcionado, mediante la evaluación de las eficiencias en la producción y distribución del agua, comercialización del servicio y desarrollo institucional.

Es obligación de los organismos operadores establecer procedimientos de medición de la calidad del servicio con indicadores que reflejen el grado de satisfacción de los usuarios, en los siguientes conceptos:

1. Suministro continuo del agua requerida por los usuarios.

2. Presiones adecuadas en las tomas de los usuarios.

3. Abasto de agua de calidad potable.

4. Cobertura del servicio a toda la población.

5. Eliminación de fallas en los equipos e infraestructura hidráulica.

Los organismos operadores, además de tener la responsabilidad del abasto de agua a la población, tienen a su cargo la operación de las redes de drenaje, el tratamiento de las aguas residuales y su disposición final.

Cuando se requiere, también realizar la potabilización del agua para suministrarla con una calidad potable. En el caso particular de la Comarca Lagunera, estas dependencias necesitan estar preparadas para operar los filtros para la remoción del arsénico.

Al analizar algunas características de los sistemas en la Comarca, se puede mencionar que en general cuentan con una dotación que es suficiente e incluso supera la demanda promedio de agua. Sin embargo, se ha mencionado que hay escasez de este recurso, cuando en realidad el problema es de control en la distribución y de la regulación de las demandas máximas durante el día y en los meses de calor (abril-septiembre). Con una operación correcta, es posible ofrecer un servicio adecuado en la zona conurbada y en la mayoría de las comunidades.

Otro asunto que debe resolverse paulatinamente son las pérdidas por fugas en las redes de distribución, que se estima que son del orden del 30-45% del total del agua suministrada, según las condiciones de cada sistema.

Está claro que la situación por la que atraviesan los sistemas de agua potable en la Comarca Lagunera, no la va a resolver el Gobierno federal y los gobiernos estatales sólo con la aportación de recursos económicos. Se requiere más que eso, es necesario que se tecnifiquen en su funcionamiento administrativo y operativo para incrementar y controlar las eficiencias de sus procesos.

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