La población en el valle de la Comarca Lagunera es de 1.4 millones de habitantes, que se abastecen anualmente con 170 millones de metros cúbicos (Mm3) de agua subterránea, que equivalen a una dotación de 340 litros por habitante por día.
Debido a que una parte importante de este volumen se pierde en la distribución, esta dotación es superior a la recomendada en los criterios técnicos.
Si se redujeran las pérdidas por fugas mejorando las eficiencias de los sistemas, se podría atender las necesidades de la población con 140 Mm3 por año con una dotación de 275 litros por habitante por día.
El servicio de abastecimiento de agua a los principales centros de población es responsabilidad de los municipios por medio de los organismos operadores y en algunos casos se complementa con sistemas rurales. Los organismos operadores comparten el compromiso de abastecer de agua potable a toda la población con los gobiernos estatales de Coahuila y Durango, así como con el Gobierno federal a través de Conagua.
Para dimensionar la demanda actual para abastecer a la población con 170 Mm3 que se extraen del acuífero Principal, conviene visualizar los volúmenes actualmente almacenados en las presas del río Nazas que son de 1, 900 Mm3 (60% de su capacidad), de los cuales esta temporada se han captado 1, 200 Mm3 más lo que se acumule en los próximos días.
Como puede verse, la disponibilidad de agua en la región es mucho mayor que lo que se requiere para el suministro a los centros de población. Se debe dar prioridad e importancia al abasto de agua como una obligación de los municipios de prestar este servicio básico a la comunidad, lo cual se ha descuidado en los últimos años.
Los organismos operadores de agua potable se deben fortalecer en todos los aspectos, desde la infraestructura hidráulica hasta la estructura orgánica y administrativa para estar en posibilidades de proporcionar un servicio adecuado.
La mayoría de los organismos operadores de la Comarca Lagunera han transitado por numerosas etapas, que han permitido desarrollar una valiosa infraestructura hidráulica y han generado una vasta experiencia, lo cual se debe aprovechar para fortalecer a los sistemas y ofrecer un buen servicio a la población. Aún existen áreas urbanas y rurales con desabasto temporal o permanente, debido a las deficiencias en el servicio de los sistemas de agua potable.
En los meses de calor, durante el período de máxima demanda, se agudiza el problema y se incrementan las quejas por fallas en la distribución del agua. La situación por la que atraviesan actualmente los organismos, se puede resolver localmente con el compromiso decidido de las autoridades.
Las nuevas administraciones municipales en la región han expresado su preocupación por el problema y la intención de eliminar el desabasto, lo que significa que se prepararán para que en la próxima temporada de calor se superen las fallas en el abasto, sobre todo en las colonias periféricas de las comunidades, que son las zonas con mayores deficiencias en la infraestructura hidráulica.
Se cuenta con disponibilidad de agua, infraestructura hidráulica, experiencia en el manejo de los sistemas y ahora se ha prometido asegurar el abasto a toda la población. Es el momento de lograr el buen funcionamiento de los organismos operadores, evitando que se politicen y al mismo tiempo incrementar las eficiencias en la facturación y cobro de los consumos reales.
Para contribuir a mejorar el desempeño de los sistemas, los miembros de los Consejos de Administración deben asumir su responsabilidad como representantes de los ciudadanos, orientando, vigilando y dando seguimiento a los resultados de las distintas áreas administrativas y operativas.
No debemos esperar que las soluciones vengan de fuera para resolver los problemas del servicio de agua en los centros de población de nuestra región. Además de atender la demanda actual y los requerimientos de agua en la temporada de calor, cuando se incrementa el consumo, los organismos operadores en coordinación con los gobiernos de los estados y de Conagua, deben prever las necesidades futuras para ofrecer un servicio permanente de calidad, adecuando su infraestructura hidráulica y previendo contar con las fuentes de abastecimiento necesarias para atender el crecimiento de las ciudades.
