Señoras y señores, y justo cuando la violencia se ha desatado en los campos del futbol mexicano y en las afueras de los estadios, violencia que tarde o temprano terminará en una tragedia si no toman las medidas pertinentes, hay 2 partidos el fin de semana que son de alto riesgo.
Las Chivas van al campo de Pumas, que suele tener una barra muy fuerte, que canta con mucho entusiasmo, pero que suele ser agresiva en muchas ocasiones, y la de Chivas no se queda atrás. La vigilancia seguramente será impresionante porque el Olímpico Universitario es un estadio grande, porque es un estadio que ya tuvo una tragedia por exceso de gente.
Y ojalá que el partido sea un espectáculo tan bueno que las barras se dediquen a aplaudir y que la pasión desmedida sea sobre el espectáculo que hay en el campo, pues a veces son tan bajos en calidad que se dedican a hacer otras cosas, sobre todo en un estadio donde en muchos lugares no hay butacas.
El América recibe a Cruz Azul y conocemos que la barra del América está muy pegada a su equipo y que el Estadio Azteca tiende a tener mucha vigilancia, pero que los seguidores americanistas son muy violentos y creen que por tener un estómago prominente, ponerse la playera y beber más de la cuenta, pueden hacer lo que quieran en el estadio, donde a veces van niños, familias y mujeres.
Y a Cruz Azul últimamente se le ha visto en lo mismo, y si no es en su estadio es fuera de él. Se encuentran a los rivales y se pelean, se lanzan piedras, como pasó en Neza, donde arrancaron materialmente las piedras al estadio de futbol.
En un estadio las personas deberían estar sentadas, no brincando ni corriendo de un lado a otro, a no ser que estén en un sitio que sea focalizado por cámaras y de tener una revisión exhaustiva previa al partido, sin venta excesiva de alcohol.
Ojalá sean buenos partidos, y ojalá que los técnicos y los jugadores rindan su declaración y se den cuenta del ambiente, sobre todo cuando se trata de Cruz Azul y América.
Deben ser partidos atractivos en una Liga MX que no da el salto, y donde la violencia se ha vuelto una mancha terrible en este futbol.
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