A estas alturas de la temporada no hay quien no esté extrañado por el paso que han tenido los Acereros de Pittsburgh. Son ya cuatro derrotas en este inicio de campaña las que han puesto en una situación más que complicada al equipo del acero y sólo una cuestión excepcional hará que les alcance para meterse de lleno en la pelea por calificar a los playoffs.
Al principio, en los descalabros ante Titanes y Bengalíes la ofensiva estuvo inoperante, luego mejoró, pero ahora fue la defensa la que no contribuyó mucho en los resultados contra Osos y Vikingos.
Esto nos lleva a pensar en la confusión que priva al interior de la escuadra pues no acaba de afinarse una cosa u otra. En tiempos recientes Pittsburgh basaba su fortaleza en su gran defensiva y su ataque terrestre y eso era suficiente para competir, sin embargo actualmente no hay un punto fuerte y eso ha vuelto más que vulnerable a los Acereros.
Actualmente los Steelers son el ataque número 17 de la liga promediando 341.3 yardas por juego, pero sólo 58 por medio de sus acarreos, lo que nos indica que la mayor parte de la responsabilidad está recayendo en el "Big Ben", por si fuera poco, el equipo ha anotado sólo 69 puntos en sus cuatro duelos, que eso comparado a las 179 unidades que han marcado los Broncos de Payton Manning, pues nos habla prácticamente de lo inofensivos que han sido los Acereros a la hora de llevar el balón hasta las diagonales.
Definitivamente la lesión del centro Maurkice Pouncey es algo que ha afectado la protección al quarterback y eso ha provocado que las jugadas en ocasiones no resulten según lo estipulado y la ofensiva por ende se vea algo acelerada.
En cuestiones defensivas, Pittsburgh no está tan mal ubicado pues es hasta el momento la unidad general #12, pero dos grandes situaciones lo han perjudicado. Primero, están permitiendo en promedio más de 120 yardas por tierra, algo difícil de creer en una escuadra que tradicionalmente es impenetrable en este sentido; y segundo, no han podido robar un solo balón a sus rivales, sí, es inconcebible que los Acereros no tienen a favor ni una intercepción ni un balón suelto, pero eso sí, han regalado 11 veces el ovoide y esa, desafortunadamente para la causa de los Steelers, es una estadística que muchas veces define el destino de una escuadra en una temporada.
El head coach Mike Tomlin y el cuerpo de entrenadores tendrán que trabajar a marchas forzadas, para intentar regresarle esa esencia ganadora al equipo, la cual por el momento no basta con el esfuerzo del mariscal de campo Ben Roethlisberger, quien hace hasta lo imposible por extender y sacarle provecho a una jugada que falló de inicio en su ejecución.
Teniendo por delante enfrentamientos ante Baltimore (dos veces), Patriotas, Leones, Delfines, Bengalíes y Empacadores, el futuro no se ve muy promisorio para Pittsburgh, es más, si la lógica prevalece es muy probable que veamos una de esas temporadas inusuales para una franquicia histórica.
Pero después de todo estamos hablando de los seis veces monarcas de la NFL y son precisamente ellos los que tienen la última palabra, vamos a ver de qué están hechos.
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