Pemex castiga gasto en cuidado de oficinas

En las prioridades de gasto de Pemex Corporativo, la seguridad va última. Los gastos operativos, los servicios personales y el costo de las prestaciones sindicales consumen los recursos de esta área que concentra la labor administrativa de la paraestatal y que tiene como sede la Torre de Pemex, donde el pasado jueves ocurrió la explosión que dejó 33 muertos y 101 heridos.

Pemex ha concentrado su atención en reducir el índice de accidentes en las instalaciones industriales de sus subsidiarias Pemex Exploración y Producción, Pemex Refinación, Pemex Gas y Petroquímica Básica y Pemex Petroquímica, pero el tema mentenimiento y seguridad en instalaciones administrativas está rezagado o ni siquiera aparece en sus informes anuales de actividades.

Hay otros documentos que dan cuenta de los servicios contratados por año, en los que aparece la relación de trabajos de mantenimiento, pero no especifican el inmueble de que se trata, mientras en el Informes de Rendición de Cuentas 2006-2012, en el capítulo correspondiente a Pemex Corporativo el tema de mantenimiento ocupa apenas un párrafo, a pesar de que los índices de accidentes y gravedad se dispararon en 2011.

"Durante el período -se lee en el documento-- se ejercieron recursos en la modificación y rehabilitación del refuerzo estructural del estacionamiento Verónica (Torre Pemex), en los elevadores del edificio "C" (Torre de Pemex), en la rehabilitación y mejoras de los hospitales centrales, regionales, generales, clínicas, consultorios y en los Cendi".

Hasta allí la rendición de cuentas en materia de mantenimiento de Pemex Corporativo en el sexenio pasado, durante el cual, según informa, también se realizaron trabajos de rehabilitación de los hospitales regionales de Villahermosa (Tabasco), Santa Rita (Quintana Roo), Paraíso dos Bocas (Tabasco) y en el consultorio de Atitalaquia (Hidalgo).

También emprendió la construcción de la Unidad Deportiva en Ciudad del Carmen y del Centro de Desarrollo Infantil Pemex en Salina Cruz (Cendi).

 EMPLEADOS De los 137,000 trabajadores de Pemex, su área corporativa integra 26,528 -entre sindicalizados y de confianza-, de los cuales 12 mil 200 corresponde a personal de los servicios médicos. La mayor parte de ellos laboran en la Torre de Pemex, que concentra también trabajadores administrativos de las subsidiarias.

La planta laboral de Pemex Corporativo consume la mayor parte de los gastos de operación de la paraestatal, que en el sexenio pasado rebasaron los 220 mil millones de pesos, pues sólo los servicios personales (salarios y pago de honorarios) equivalieron a 40% del total de los recursos. Esto es: 86,457.6 millones de pesos.

En el capítulo materiales y suministros, Pemex Corporativo gastó 30 mil millones de pesos, en la compra de medicina, material quirúrgico, de curación, materiales, reactivos de laboratorio, oxígeno, abarrotes, uniformes, biológicos (vacunas), así como en papelería, artículos y equipos de cómputo, artículos alimenticios, accesorios, ropa de trabajo para el personal operativo, combustible y refacciones para los vehículos, entre otros. Nada sobre equipos de seguridad.

Otros 26 mil millones de pesos se fueron a servicios generales que incluyen pagos en gastos médicos a terceros, servicios de hospitalización, análisis clínicos, radiografías y médicos externos, programa de comunicación social, lavado de ropa, y servicios de protección y seguridad, aunque no especifica cuáles.

Las pensiones y jubilaciones absorbieron 38 mil millones de pesos y otros 8 mil millones de pesos se destinaron a gastos de previsión social pagados a terceros y ayudas varias; pago de equipos, artículos deportivos y gastos conexos para fomento del deporte, pago a estudiantes por prácticas, donativos otorgados a diferentes estados y municipios; adquisición de productos como asfalto y combustibles destinados a donaciones; servicios por energía eléctrica y servicios administrativos, entre otros.

De acuerdo con el sindicato de trabajadores petroleros, Pemex cuenta con el programa Pemex-SSPA (Sistema para la Administración de Seguridad, Salud y Protección Ambiental), el cual consta de la aplicación de las doce mejores prácticas internacionales en seguridad, salud y protección ambiental, bajo un proceso de disciplina operativa.

El programa tiene como propósito abatir el índice de frecuencia de accidentes (número de accidentes incapacitantes por millón de horas-hombre trabajadas), así como el índice de gravedad (número de días perdidos por millón de horas-hombre trabajadas). Sin embargo, está enfocado principalmente a las plantas industriales de Pemex, y no así a las oficinas administrativas, donde nadie esperó una tragedia de la dimensión que ocurrió el pasado jueves en la Torre de Pemex de la Ciudad de México.

Se despide de su madre en carta

"Si algo me pasa quiero que cuides a mi hija Daniela, quiero que sea feliz"..., escribió Daniel García en una carta dirigida a su madre. Él perdió la vida en la explosión registrada el jueves el edificio B2 anexo a la Torre Ejecutiva de Petróleos Mexicanos (Pemex); es una de las 33 víctimas fatales de este accidente.

La carta fue escrita en 2009. Su madre, Gloria, la encontró en uno de los bolsillos del traje que utilizará para ir a su última morada.

Esta es una de las historias que se encuentran entre los deudos de quienes murieron en el incidente de la tarde del jueves.

Decenas de personas se encontraban al mediodía de ayer viernes afuera del forense de la Procuraduría General de la República (PGR), a donde fueron trasladados los cuerpos de quienes fallecieron en la explosión.

Algunos han estado desde la madrugada apostados afuera de estas instalaciones en Circuito Interior, en espera de identificar a sus seres queridos, como Teresa Maza, quien aguardaba para ubicar a su tía.

Para algunos la espera ha concluido, ya que alrededor de las 12:30 horas salió la carroza con el primer cuerpo que fue trasladado a los servicios funerarios, se trata de Enrique Marín Mercado, cuyos restos ya han sido entregados a sus deudos, quienes no quisieron hablar al pedir respeto a su dolor.

El resto de las familias de los otros fallecidos siguió aguardando la entrega de los cuerpos.