Fuerza de voluntad. Carlos tomó el valor para ayudar del dolor que le causó el sismo de 1985.
"Era un niño de 11 años, pero recuerdo el dolor que sintieron mis padres al enterarse que unos familiares habían muerto y otros estaban desaparecidos luego de que se registró el terremoto en México", recordó Carlos Alberto Virgil, empleado de Correos de México, quien tomó fuerza de esa tragedia familiar para atreverse a cometer 'locuras' con la finalidad de salvar a personas que se encuentran en riesgo.
Luego de pedir a sus compañeros del Palacio Federal que guardaran un minuto de silencio por las pérdidas humanas en el sismo de 1985, Carlos comentó su experiencia familiar mientras se le llenaban los ojos de lágrimas.
Carlos explicó que sus padres sufrieron al no poder viajar a la Ciudad de México cuando ocurrió el sismo ya que él y sus hermanos estaban pequeños; pero cada año recordaban la tragedia y les platicaban sobre los familiares que perdieron.
Desde entonces, Carlos se ha metido en 'aprietos' tratando de rescatar la vida de las personas que ve en peligro.
"En esta fecha está bien hablar de Protección Civil, todo mundo lo hace, pero ¿dónde quedaron los 'Topos'?", finalizó Carlos.