Salud. Acompañados por sus familias, cientos de personas con enfermedades peregrinaron a la Basílica de Guadalupe.
Acompañados por sus familias, cientos de personas con enfermedades físicas y mentales peregrinaron a la Basílica de Guadalupe para pedir por su salud.
En la homilía, el Cardenal Norberto Rivera, Arzobispo Primado de México, aseguró que la enfermedad que viven estas personas, su soledad y sus lágrimas pueden servir mucho para cambiar los rumbos y políticas de una cultura que sólo se deleita, dijo, en los falsos ídolos del poder, el placer y la violencia. "Ustedes no son estorbo, ni su sufrimiento algo inútil, los invito a vencer la tentación del materialismo, que sólo considera un valor lo que sirve y que desprecia el dolor, el sufrimiento y lo identifica con una carga insoportable que hay que suprimir con el suicidio, la eutanasia y el aborto", afirmó.
Pidió especialmente por todos aquellos niños enfermos, con malformaciones que en el vientre de sus madres o que están amenazados de muerte y que posiblemente, señaló, nunca lleguen a pronunciar el nombre de Dios.
A la misa asistieron alrededor de 14 mil enfermos, convocados por la Orden de Malta, congregación con 900 años de existencia a nivel mundial, dedicada especialmente a las personas con padecimientos.