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...Pero indespensables pa' vivir

El Filósofo de Güémez

Ramón Durón Ruiz

Un ciego le preguntó a San Antonio: -¿Qué puede ser peor que perder la vista? Éste, con la dualidad que le daba ser a la vez tan sabio como santo, le respondió: -¡Que pierdas tu visión de las cosas!1

Y la visión de este viejo campesino, lo lleva a saber que al final de la jornada todas las enseñanzas de la vida se resumen en cuatro frases simples: aprender a amar, dar sin límites, ser feliz y partir en paz.

Me cautiva la vida de Gandhi, parafraseándolo digo: Mañana quizá tengamos que sentarnos frente a nuestros hijos y los hijos de nuestros hijos, y decirles que a veces fuimos derrotados, pero podremos mirarlos orgullosamente a los ojos y decirles que jamás nos dimos por vencidos para ser nosotros mismos y nunca…¡nunca dejamos de luchar!

¿Luchar? Sí, luchar desde el espacio que la vida te abra; lo digo porque he sido recibido por la generosa hospitalidad que los veracruzanos saben ofrecer en toda su geografía, y aquí en Xalapa, un grupo de amables damas encabezadas por la Sra. Miriam Olvera Carrascosa y Sra. Nelly Jiménez Barrada me invitaron a impartir un taller el pasado fin de semana.

Como el jibarito de la canción: "lleno de contento", acudí a la casa de la Sra. Irma Claudia Melgajero Spinozo en donde se reunió un nutrido grupo de educadas y distinguidas jalapeñas, para quienes impartí el taller: Entre el Miedo y el Amor.

La diferencia entre una conferencia y un taller es que en la primera sólo hablo yo y en el taller -este es vivencial- habla el alma de los participantes, porque cuando el alma calla una emoción negativa, como la enfermedad se expresa por medio del cuerpo.

Mi linda madre, en su edad madura -tan vulnerable como sabia- me llenaba de doctos consejos, ella siempre la heroína de mi existencia, yo simplemente la arcilla que sus manos modelaron con cariñosa ternura, me decía:

¡El amor es para siempre! El amor y el miedo son tan sagrados como la vida. El amor cambia lo grave en sencillo, lo irrealizable en éxito creador; tiene la alquímica capacidad de vincularte con la fuente de tu vida.

El miedo es la ausencia del amor, afecta, debilita y desequilibra tu energía vital. Rafael Basurto, con meridiana precisión, habla de los cuatro grandes miedos en el ser humano: el miedo a la soledad, el miedo a la escasez, el miedo a la enfermedad y el miedo a la muerte.

"En el miedo a la soledad, es el ego el que trabaja en su banal causa de hacerte creer que realmente estás solo, [la grandeza de] tu espíritu desea que recuerdes que eres parte de una totalidad [¡SOY UNO CON DIOS!]. Tú siempre estás unido a la energía integradora de Dios.

Cuando le das fuerza a esa luz interior, comienzas a mirar con los ojos de tu corazón y empiezas a ser consciente de que siempre tienes compañía: es la compañía con tu ser interior y con tu Creador Supremo. Comprenderás que la soledad es una maravillosa oportunidad para compartir contigo mismo. Y en este momento aparecerán aquellas personas que vibrarán con tu misma sintonía e intensidad.

Superar el miedo a la escasez, estar escaso, sin dinero u oportunidades para ser cada vez más abundante, requiere de un trabajo contigo mismo. Debes darte una oportunidad para considerar que tus emociones sientan ese "deseo de merecer lo mejor para tu vida".

Hay una palabra de siete letras que da claridad al estado de abundancia que hoy tienes, es la palabra "GRACIAS". Cuando agradeces por todo cuanto tienes y por lo que llegará a ti, comienzas a ser perceptible de todas las cosas que el universo te ofrece cada día. Agradece y, en poco tiempo, todos tus deseos comenzarán a materializarse.

Miedo a la enfermedad. La enfermedad es un desequilibrio de tu estado de conciencia. Cuando empiezas a sentirte débil, claro está que perdiste tu fortaleza interior. "Enfermedad", es una palabra compuesta del latín in-firmus, que significa "sin firmeza". Si comienzas a erradicar las autoculpas, estarás dejando las cárceles del saboteo mental y te liberarás de estas ataduras.

Piensa positivo respecto a ti mismo. Reconcíliate con el pasado, perdona íntimamente en tu corazón todos los sucesos de dolor y llena tu corazón de alegría y paz. Permanece también en silencio, porque Dios te hablará en este espacio de meditación. El remedio para la enfermedad es: el amor.

Miedo a la muerte. La vida es un constante "pre-parar", es decir, una invitación a trascender en cada instante vivido hasta que llegue tu turno de "parar". El miedo a la muerte se supera cuando tu meta es proyectarte en la trascendencia de tu amor sin condiciones, que vivirá en la memoria y los corazones de quienes hiciste contacto en la vida."2

El viejo Filósofo no cree en la hiperseriedad que muchos le dan a la vida, por eso dice:

"Hay mujeres que son como las matemáticas: difíciles de entender… pero indispensables pa' vivir."

1reflexionesdedicadasparati.blogspot.com/.../consejos-para-alcanzar-la.. 2http://www.youtube.com/rafaelbasurto (Tomado de Kapulli y Temazcal, antigua sabiduría Tolteca)

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