La Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos aseguró que persisten las agresiones contra defensores de derechos humanos y que éstas son cometidas en su mayoría por cacicazgos locales o grupos delictivos que ven afectados sus intereses.
Al presentar el "Informe sobre la situación de los defensores de derechos humanos en México: actualización 2012 y balance 2013", señaló que entre noviembre del 2010 y diciembre del 2012 documentó 89 casos de agresiones contra defensores, principalmente ocurridas en los estados de Oaxaca, Chihuahua, Coahuila, Guerrero y Distrito Federal.
Los tipos de agresiones más frecuentes son las amenazas y las injerencias arbitrarias a través de allanamientos a las oficinas de las organizaciones de derechos humanos o mediante el robo de información vía electrónica.
En el reporte se señala que en 39% de los casos no se ha podido identificar a un responsable; en 39% se detectó que la mayor parte de las agresiones son perpetradas por cacicazgos locales o grupos delictivos; en 12%, se responsabiliza a funcionarios federales; en 6% a autoridades municipales y en el 5% a operadores de justicia.
Los defensores más agredidos son aquellos dedicados a proteger los derechos de los migrantes.
El organismo destacó que la impunidad es un problema constante en estos casos, pues sólo en cinco se pudo identificar a los responsables, pero sólo en tres se logró su detención y consignación ante una autoridad.