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VIDA Y OBRA DEL PERIODISTA Y POETA DON EMILIO HERRERA MUÑOZ
Continuando con el relato del capítulo anterior relacionado con el libro "Postales Camineras" de don Emilio Herrera Muñoz, publicado en 1981, diré lo que sigue:
"...Leamos un párrafo de la página 55 de la 71 que tiene el libro mencionado, y dice así: "Comemos en Jericó. Esto es algo más de lo que alcanzó a hacer Moisés que sólo pudo ver todo todo esto desde el Monte Nebo, allá enfrente, y murió en Jordania, sin saberse a ciencia cierta donde está su cuerpo, aunque su tumba está arriba del monte y suben a él en peregrinación. A Josué, su segundo y hombre de guerra, fue a quien le cupo la suerte hacerse, después de tanto desierto, de este verde. Mandó a sus espías quienes, por una de esas raras cosas del destino por olfato, o porque se propusieron que así fuera para desquitarse de tantos años de desierto y de siempre lo mismo, dijeron con una, ¿cómo diré?, Demimondaine, quien no sólo les tuvo en su casa sino que les protegió de los naturales que, enterados de que habían entrado al país, querían acabar con ellos para evitar que pasara lo contrario. Pero, la cosa no tenía remedio. Venía de arriba. Ayudados por la Fursia los espías huyeron y en cuanto pudo Josué entró en Jericó con todos los suyos, y a puros gritos y sombrerazos como diríamos nosotros, derrumbaron las murallas protectoras...".
En septiembre 10 de 1986, El Siglo de Torreón dijo lo siguiente: Al conmemorarse el 79 aniversario de la ciudad, el Cabildo ayer hizo entrega de una serie de reconocimientos a ciudadanos distinguidos. El presidente municipal Lic. Manlio Gómez Uranga, en compañía de los demás miembros del Cabildo, presidió una serie de actos en los que se hizo público reconocimiento y entre ellos la develación del busto de don Emilio Herrera Muñoz en la Calzada de los Escritores Laguneros en la Alameda Zaragoza de esta ciudad de Torreón, Coahuila.
El periodista don Emilio Herrera Muñoz, escribió una larga serie de artículos en El Siglo de Torreón, denominados "Los Nuestros", durante los años del 2001 al 2004, relacionados con personajes sobresalientes en alguna actividad en Torreón, ya sea en las letras, las artes, la cultura en general o la industria o el comercio.
En su obra poética, practicó magistralmente el soneto, como el que sigue:
HERMANO PINO
Me lleno de inquietud al presentir
Que me esperas, paciente, desde hace años,
Mientras tomas el sol y aires extraños
Te dicen cuándo y dónde he de morir.
Me digo que no es fácil abatir
Tu imponente figura de hermitaño;
Pero el viento me dice que me engaño,
Que él oye por las noches tu gemir.
Hermano pino del verdor constante:
Lucha porque yo alcance a madurar
El eco octagonal de mi linaje.
Tu caída madera este instante
Listo me encontrarás para iniciar,
Acomodado en ti, mi último viaje".
LA MUERTE DE DON EMILIO:
En mi artículo Personajes en la Historia de México, de fecha martes 9 de mayo de 2006, en El Siglo de Torreón, escribí, en parte, lo que sigue:
"El miércoles tres del presente mes de mayo de 2006, a las once de la mañana, estando yo enfermo en mi recámara, mi esposa Anita me llevó El Siglo, diciéndome, mira la triste noticia, murió don Emilio. Sentí una profunda pena. Yo presentí ese final, pues hace tres semanas hablé a su casa para informarme de su salud. Contestó su hijo Emilio y me dijo que casi no podía oír y estaba muy delicado. Me pasó el teléfono y don Emilio siempre amable, me dijo que casi no me entendía pero le dio mucho gusto mi llamada. El deceso ocurrió el día 2 (martes a las seis de la tarde).
Yo pienso que la serie de artículos "Los Nuestros", que durante casi cuatro años publicó don Emilio de gente muy conocida en Torreón, valdría la pena que el Ayuntamiento de Torreón, o El Siglo, los recogieran en un libro.