El licenciado Federico Elizondo Saucedo acompañado de su familia y amigos, el día de la develación de su busto en bronce en la Alameda Zaragoza, Calzada de los Escritores, 30 de octubre de 1987, por el Lic. Manlio Fabio Gómez Uranga, presidente municipal de Torreón.
(4 de 5 partes) VIDA Y OBRA LITERARIA DEL LIC. FEDERICO ELIZONDO SAUCEDO
Los datos siguientes fueron tomados de mi libro inédito: "Bustos en Bronce en la Calzada de los Escritores Laguneros, y otros más", como sigue:
Continuación: "...Lo mismo podemos acervar de los físicos, de los químicos, de los biólogos, y de cualesquiera otros estudios, pues hay una limitación impuesta por el cúmulo de conocimientos, obtenidos a través de la experiencia y de la observación durante milenios, que implican la necesidad de ajustarse a una estricta profesionalización para no caer en la confusión. Piénsese simplemente en un ejemplo que muchos de nosotros hemos vivido: en el viejo médico general que atendía cualquier enfermedad; hoy es un ente de novela. Las clínicas contemporáneas se levantan representando una diversificación: de especialización: otólogos, cardiólogos, oculistas, psiquiatras, dentistas, pediatras, urólogos, patólogos, etc., caracterizan la particularización científica de la medicina, ciencia tan profundamente tecnificada y extensa que no puede ser abarcada en su totalidad por ningún hombre, así sea excepcionalmente brillante...
"SUS LIBROS: en 1956, colaborando con don Pablo Martínez del Río, Abeleira Arroyo y Maldonado Koerdell, publicaron La Cueva de la Candelaria, editada por el INAH, de la Secretaría de Educación Pública.
En 1965, la Universidad de Coahuila, publica el libro del licenciado Elizondo "El Desarrollo Industrial y los Cambios Socioculturales".
En 1966, se publicó, mimeografiada, la obra "Apuntes de Sociología Industriales".
En 1967, bajo los auspicios de la Escuela de Comercio y Administración, ECA, se publica la monografía: "Formación Profesional".
En el mismo 1967, el Instituto Tecnológico Regional de La Laguna, imprimió a mimeógrafo, "El Desarrollo Económico y la Transculturación", estudio socio antropológico de los problemas de la mano de obra en las regiones en vías de desarrollo.
En 1967, para celebrar el centenario del Ateneo Fuentes, el licenciado Elizondo publicó un libro "Blanca", cuya edición hizo Nuevo Cauce, y en su introducción, el autor nos dice lo siguiente:
"Cuando se abre el viejo arcón de los recuerdos cuántas vivencias florecen, que de olvidados episodios renacen, como rebullen las antiguas ilusiones con ansia de volver a ser la pepenadora proligidad de un Proust no aprisiona el tiempo ido, el minuto pasado, la hora superada, con la misma consistencia y solidez que un pensamiento objetivado.
Después de tres décadas de ausencia he vuelto a recorrer con la imaginación los prados y los museos, las aulas y el auditorio, los laboratorios y las bibliotecas y mi Ateneo. He resucitado acontecimientos al parecer pedidos y en realidad latentes en una memoria sorda, aplastada por el cotidiano trajín de esta vida compulsiva. Con íntima devoción he recobrado, aunque fragmentado, eventos que fueron biografía concreta, rostros amados y esperanzas rotas. Con cariño he rememorado a mis admirables maestros; unos que ya rindieron la generosa jornada, otros que persisten luchando, quién sabe dónde, pero todos presentes en mi agradecimiento. Surgieron la sonrisa y la bondad de don Pepe; la brusca pero oportuna sátira de don Rubén; la cordial amistad de don Federico; los heniestos mostachos de don Antonio y la línea recta de Chito; la comprensión y benevolencia del ingeniero Martínez; el imponente meñique de don Severiano y la paciencia del licenciado Cordero; la inclinación humanística de don Hildebrando; la tolerancia del profesor Haguen y la persuasión de don Ildefonso; la sacerdotal modulación del profesor de la Peña y la versatilidad del licenciado González Treviño; la nerviosidad de don Gregorio y las apabullantes exigencias de los agrónomos Del Bosque y Valdés Solís; y la juvenil presencia del licenciado Del Valle y la permanente actitud del profesor Fuentes.
En este libro narra el licenciado Elizondo su último año en el Ateneo Fuentes. 1937, cuando vinieron las despedidas de los compañeros y de las aulas, para seguir adelante en la Universidad. El último párrafo del libro, que se refiere a Blanca, dice así:
"Es el fin. Un epílogo amargo que había previsto, pero que me aturde. No veré más a Blanca. A ciencia cierta desconozco lo que pensó de mí.
Pero su recuerdo y su imagen vivirán en mi corazón como el símbolo puro de una aspiración irrealizable, y pondrán otra nota de tristeza en mi despedida del Ateneo y del Saltillo".
