Busto en bronce de José León Robles de la Torre, develado por el presidente municipal de Torreón, Coah., Lic. Manlio Fabio Gómez Uranga y el jefe de Arte y Cultura de la presidencia don Francisco Fernández Torres el día seis de junio de 1987, en la Alameda Zaragoza. El busto fue robado en octubre del 2009 y repuesto de otros materiales en septiembre del 2010, por la administración del Lic. Eduardo Olmos Castro, y la II Regidora, maestra Blanca Alicia Maltos Mendoza, de la Comisión de Cultura Municipal.
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Vida y obra de don Francisco Fernández Torres, periodista, poeta, actor y funcionario público, como sigue:
El señor don Francisco Fernández Torres, pronunció el discurso oficial de la presidencia municipal, al develar el busto en bronce de José León Robles de la Torre, como sigue:
"1987, junio 6.- El discurso oficial de la presidencia, lo pronunció don Francisco Fernández Torres, quien dijo: "...José León Robles de la Torre. La Calzada de los Escritores, poco a poco, va cumpliendo su razón de ser. Torreón tenía una deuda con quienes hace 40 años iniciaron con apasionado furor la época de oro de la cultura. Hombres que no tenían más interés que dar rienda suelta a sus inquietudes; la mayoría de ellos generada en una combinación prodigiosa: Recuerdos y principios de la tierra lejana y el entusiasmo vigorizante por desarrollar una joven ciudad e impulsarla por medio de la pluma.
"El Liceo Lagunero que formaron, fue el primer impulso serio que se dio al hábito de escribir y al anhelo de editar libros que hablaran de la tierra lagunera o dieran brillo a ella. De aquel grupo de hombres, el más joven es José León Robles de la Torre. Desde su natal Juanchorrey sintió el ansia por escribir. Y cantó en verso a su terruño, a Tepetongo, a Jerez, a Zacatecas. Su sensibilidad le hizo pensar que su inclinación hacia las cosas del alma, hacia las maravillas de la naturaleza, al amor por la tierra y sus gentes debería de ser encauzada a una vocación religiosa. Y trató... trató con coraje de fijarse bajo un campanario... Pero su alma le gritaba que los muros eran demasiado estrechos... que más allá había gentes que no conocían los lugares por él recorridos... que deseaban saber cómo es el canto del pájaro en el alba zacatecana... como el murmullo de sus gentes yendo y viniendo calles arriba y abajo.
"Voló para aposentarse en tierras laguneras... Y siendo empleado de escritorio dejó que sus dedos volaran sobre la maquinilla de escribir y regaló a su tierra adoptiva una historia de la Aduana de Torreón que llena un requisito indispensable en nuestra historia. Su mente, con la imagen siempre de sus lares zacatecanos, transformó en verso el gusto de ser. El honor de saberlo hacer y se comprometió con el quehacer cultural de La Laguna... Los versos brotaron para acariciar en las escuelas el bello símbolo de civismo, de la patria, de sus héroes y de sus riquezas... Cantó ya hombre con el corazón enchido como un niño...
"Con Pablo C. Moreno recorrió todo el país en plan de investigación y sus libros editados se fueron acumulando... Hasta llegar a 15... Ya en su bagage acumulaba datos para escribir una obra que ya nos está haciendo falta... Que la lleva adelantada de lo que supone tiempo y esfuerzo que solamente un escritor de vocación puede dedicar: La independencia y los presidentes de México".
"Con sus compañeros del Liceo, Robles de la Torre abrió un zurco... ya vendrán... ya han llegado incluso, escritores que tendrán menos dificultad para la siembra... Pronto florecerán nuevos arbustos en la Calzada de las letras de nuestra región, pero del esfuerzo de gente como José León Robles de la Torre que ya en bronce para estímulo de lo actual y lo por venir.
Raúl Ayala, zacatecano también, prendido en las telas para plasmar los colores de nuestro México... quemando sus dedos en la fundición para lograr un bronce, recibió la encomienda del Ayuntamiento para realizar este busto que hoy se le dedica a Robles de la Torre.
"La más alta representación de Torreón y de Zacatecas atestiguan este encuentro... Hace 40 años los escritores laguneros se devanaban los sesos pensando cómo lograr modificar el ambiente para encauzar a la juventud hacia las letras... Hasta hoy... pero se logra al fin, su trabajo y su efigie se acompaña en bronce.
Por las tardes, a la caída del sol, seguramente estas almas sensibles a la tinta y a la letra vivirán cordiales tertulias que pasarán desapercibidas para los mortales, pero que conformarán un futuro literario como recuerdo a un principio enjundioso y elogiable. Aquí, junto a Pablo C. Moreno queda Robles de la Torre. Como sus libros juntos, unidos en los estantes de nuestra biblioteca. Gracias".