FOTO PUBLICADA en El Siglo de Torreón a principios de septiembre de 1987. Don Joaquín Sánchez Matamoros recibe la presea “NASA” de manos del presidente municipal Lic. Manlio Fabio Gómez Uranga.
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VIDA Y OBRA DE DON JOAQUÍN SÁNCHEZ MATAMOROS, profesor, periodista, poeta, astrónomo y matemático.
En El Siglo de Torreón de fecha principios de septiembre de 1987, presenta los siguientes datos por la periodista Yolanda Ríos, como sigue: "Presea 'NASA' fue entregada al profesor Joaquín Sánchez Matamoros por Club Sertoma". El presidente municipal, licenciado Manlio Gómez Uranga, entregó ayer la presea "NASA" al ilustre maestro de la Ciencia y la Comunicación y desde hace 57 años colaborador de "El Siglo de Torreón", profesor Joaquín Sánchez Matamoros, y al no menos destacado campesino, Catarino Sánchez Alemán, durante una emotiva ceremonia efectuada ayer por la tarde en Sala de Cabildos de la presidencia municipal. La entrega se llevó a cabo en presencia del presidente del Club Sertoma de Torreón, señor Abundio Larrañaga, y del director del Instituto de Investigaciones Científicas de La Laguna, Dr. Luis Maeda Villalobos, organismos que instituyeron esta presea".
De mi libro: "Bustos en Bronce en la Calzada de los Escritores Laguneros y otros más", en la Alameda Zaragoza de Torreón, inédito, lo que sigue:
"Mi mayor deseo, es otro de sus artículos en que su hijo Luis Enrique, le dice: -Te quedaste pensativo- me dijo. -¿Observaste algo muy especial? Sí, -respondí- algo tan maravilloso que siempre que lo contemplo me fascina. -Mira, en el centro de la Constelación de Orión están esas tres estrellas que forman una línea recta y a las cuales la gente las designa con el nombre de Las Tres Marías... Sí, las conozco. Son Mintaka, Alnilam y Almiyak, de segunda magnitud...
"Recuerdos de Juventud... Aquella mañana entró Luis Enrique para comunicarme algo. Yo escribía unos "Minutos Culturales" y alcé la vista al sentirlo llegar junto a mí. ¡Papá -me dijo- estás llorando! Sí, hijo. A veces se emociona uno con el tema o se encariña con los personajes. Recuerdo haber llorado, de niño, cuando el inconsolable Loti visitaba la tumba de su Aziyade. Y cuando el indeciso Efraín acariciaba el rosal y la mata de azucenas que plantaron las manos adoradas de María, a la que acababa de perder para siempre...
"Amargas desilusiones. En las tiendas de regalos hay una hermosa figurilla de alabastro, copia fiel de la que el gran escultor Lorenzo Bernini esculpió en 1965. Representa al Dios Apolo a punto de apoderarse de Dafne la bellísima ninfa, de la que estaba locamente enamorado... De acuerdo con la mitología, Dafne era una estupenda mujer que formaba parte del séquito de Diana. El Dios Apolo trató de hacerse amar por ella sin lograrlo, porque Cupido con una flecha de plomo, había inspirado en la ninfa un odio profundo hacia el enamorado. Huyendo del dios que la perseguía, Dafne invocó a Júpiter y le imploró que la salvara del ultraje y precisamente cuando iba a ser alcanzada por su acosador, Dafne se convirtió en un frondoso laurel".
"Don Joaquín Sánchez Matamoros, en su artículo de 'Minutos Culturales', narra, en muchas ocasiones, rasgos importantes de su propia vida. El que sigue es uno de esos pasajes, y dice así:
"Una cita con el destino"... El susto más grande de mi vida lo experimenté a fines de febrero de 1970. Un choque anafiláctico, una intoxicación medicamentosa -o algo así-, me pusieron al borde mismo del sepulcro. Respirando con extrema dificultad en máscara de oxígeno, desencajado, lívido, sudoroso, ardiendo en una fiebre violenta, pasé casi 72 horas cruciales. Los compañeros de trabajo en el periódico, que me visitaron en esos terribles días, me vieron tan grave que daban por perdido mi caso. Si se salva -decían- será por un verdadero milagro ¿morir? No. No podía ser. Con todas las fuerzas de mi alma me revelaba contra esa idea siniestra. Y en mi mente ardorosa desfilaron, en esas horas amargas, los recuerdos de mi pasado como en una televisión a colores.