Foto tomada del libro: 'María, Iconografía de la Virgen en el Arte Español' del Pbro. Manuel Trens, de la Editorial Plus Ultra, Madrid, España, 1946. - El Niño Jesús con sus padres José y María, y sus abuelos Joaquín y Santa Anna.
En el Diccionario de la Biblia, de Editorial Herder de Barcelona, España, 1966, en su página 968, dice que: "Jesús nació antes de la muerte de Herodes el Grande y éste murió en la primavera del año 750 de la Era romana... probable que Jesús naciera el año 7 ó 6 antes de nuestra Era...".
Yo me quedo con la Era Cristiana y tomo el siguiente texto de mi libro inédito "La Genealogía más importante del mundo, de Adán y Jesucristo", como sigue:
"Santa Anna, casó primero con Cleofe y engendró una hija llamada María; después casó nuevamente, por muerte de su marido, con Salomé, con el cual hubo otra hija que llevó el mismo nombre de María; después y por tercera vez casó Santa Anna con Joaquín, y hubo una tercera hija, que llevó el mismo nombre que sus anteriores hermanas, he aquí Las Tres Marías. La primera María hija de Cleofe y Santa Anna, casó con Alfeo y hubo cuatro hijos: José, Judas, Simo y Jaune el menor. La segunda María casó con Zebedeo y engendraron a Juan el Bautista y a Ajune el mayor. Y por último, María hija de Joaquín y Santa Anna, casó con José y ambos fueron padres, humanamente, de Jesús, que es bien sabido por las Sagradas Escrituras y dogmáticamente aceptado por todos los católicos que fue engendrado por el Espíritu Santo sin el pecado original de la Virgen María que era Santa e Inmaculada. Resulta pues, que considerando la carne, era Jesús como primo hermano de los hijos de las dos Marías hermanas de su madre y primos segundos de San Juan Bautista, hijo de su tía Isabel".
"Ha quedado pues establecido, que San José y la Virgen María, eran parientes y ambos descendían directamente de Jesse padre del Rey David, de la Tribu de Judá, cumpliéndose con ello la promesa del Señor. Los matrimonios no sólo eran aceptados sin convenientes y recomendables entre la misma familia, por la Ley de Moisés, y a ello se debió que pudieran conservarse las líneas paterna y materna de Jesús, como hombre, dentro de los descendientes de los troncos ya citados de los Reyes de Judá".
"Como el objeto principal de esta obra es el estudio del Árbol Genealógico de Jesucristo, tomando en cuenta la parte humana, desde su origen; Adán, padre del género humano, abarcando 64 generaciones, con su detalle cronológico que podrá servir para los estudiosos de la Historia Sagrada, pues como dije al principio, los datos se encuentran aislados en los principales libros de las Sagradas Escrituras y por lo mismo, difícil de consultar, y para lograrlo tienen que examinarse principales: El Génesis, Exodo, Levitico, Números, Deuteronomio, Ruth, Reyes I, II, III y IV, Paralipomenon I y II, así como Esther, Eclesiastes y los profetas, tomando en cuenta que San Mateo, que es el único que nos da una genealogía de Jesucristo, desde Abraham...".
Pero resulta que descendiendo de Adán, en orden directo, Abraham queda en la 2a. generación, y además, se omiten en San Mateo, porque su orden no tiene el carácter estricto de genealógico, las tres generaciones de los Reyes de Juda, Ochozias, hijo de Joram, Joas y Amasias, nieto y bisnieto respectivamente de Joram, continuando su orden con Ozias. Esto tal vez a la repetición de esos mismos nombres en el Reinado de Israel que en esa fecha era independiente de Judá...".
Con motivo de las fiestas navideñas del 2013, compuse para mis lectores el siguiente poema en octosílavos:
NUNCA DEBES OLVIDAR
Con las penas y alegrías, de tu diario caminar, se van pasando los días... también las noches sombrías que no podrás olvidar. Pero debes recordar que el sol sale cada día y la luna cada noche, con su esplendor y derroche nos invitan a cantar lo mejor de la poesía.
Recuerda que en primavera el jardín lleno de flores, es el marco para amar, sin recelo ni rencores. Recuerda que hay gente buena en medio de la maldad, que hay niños en orfandad que no tienen una cena, ni un juguete en Navidad. La virtud del ser humano en toda calamidad,
Es tender siempre la mano, para ayudar al hermano, con amor y caridad.