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Personalismo comunitario

PIéNSALE, PIéNSALE

Arece contradictorio, pero personalismo no es individualismo y la comunidad no destruye a la persona. No se puede ser persona sin comunidad; no se entiende el yo sin el tú. No me he hecho a mí mismo. La vida, el idioma, la ciudad, la cultura son constructores fundamentales de la persona llegándose incluso a definirse como "persona-interpersona":

...La persona se hace sólo cuando se relaciona con los demás.

Lo que fue una debilidad en la especie humana, al depender de sus padres durante mucho tiempo después de nacer (muchos animales son independientes desde el inicio de su vida), se convirtió en una ventaja, pues hizo que el aprendizaje se prolongara por más tiempo y tuviéramos, además de la memoria genética trasmitida biológicamente, la memoria familiar que enseñaba las experiencias que habían vivido los adultos. Posteriormente con la invención de la escritura, vino la memoria cultural que nos hizo capaces de adquirir los conocimientos no sólo de los que estaban vivos, sino de los que habían muerto antes. Con la educación podemos ver más lejos que los gigantes de la humanidad, pues estamos parados en sus hombros. No reconocer esta dependencia sería erigirnos como dioses y por tanto negar lo esencial de nuestro ser que es la interpersonalidad. El egocéntrico es tonto porque se niega a crecer y es sabio el que se interesa por los demás.

Esto que parece teórico es muy práctico: yo soy "más" en cuanto "tu" seas "más". El crecimiento del otro me hace crecer a mí y el crecimiento mío hace crecer al otro. No podemos ser libres si nos rodeamos de esclavos. Sólo se es libre si nos rodeamos de personas libres. El que está atado no juega en la vida. Por eso cuanta más gente culta haya, más grande seremos cada uno de nosotros. Cuanto más pobreza haya, más me voy a empobrecer yo, por lo que no se puede basar el poder de alguien en la explotación del otro. Es por eso que hay que trabajar por los que menos tienen y menos son porque son los que más nos duelen. No podemos ser insensibles, no nos acostumbremos a sentir este dolor por la pobreza. La política ennoblece al que la practica; desde esta perspectiva, el amor hace crecer al que ama, el proceso de aprender-enseñar hace crecer a los que enseñan y a los que aprenden. El inicio de clases en estos días es la continuación de este proceso de personalización de todos.

Una verdadera relación interpersonal debe darse en la igualdad. Andar por la vida con aire de "perdonavidas" no engrandece verdaderamente, y el que se arrastra hace creer al otro que es mayor. Vivir juntos, pero cada cual haciendo su vida termina separándose. Las familias, los matrimonios no se personalizan sólo con una "yuxtaposición". El personalismo afirma que "yo soy tú y tú soy yo" en lugar de decir "cada quien por su lado" el tú se convierte en desconocido. El narcisista sólo busca el placer y no la relación interpersonal. El sexo no es el amor. Sólo se es hijo si se tiene relación de amor que se vuelve energía para el encuentro. Eso es finalmente la verdadera paternidad. Los hijos sufren ser hijos de padres egocéntricos.

En el "y" del "tú y yo" se encuentra la verdadera libertad. Sólo se posee lo que se pierde. Contrario al consumismo y a la mentalidad capitalista que quiere hacer creer se es más en cuanto más se tiene. Somos como agujeros: entre más saquemos de nosotros más grande nos hacemos. La política es la búsqueda del "bien común", es decir, la ayuda mutua. No se sujeta al hombre a la Ley de la selva; quien busca ser más empequeñeciendo al otro entra en la dinámica darwiniana: el pez grande se come al chico. Tampoco personaliza el sentirse menos. Algunos hacen creer al otro que es más para manipularlo. En el fondo se cree el que más sufre; es decir, superior porque más sufre. Son lágrimas de cocodrilo usadas para lucrar con el dolor, o incluso el dolor puede ser real, pero utilizado para sacar ventaja.

La dimensión comunitaria de la persona es fundamental para ayudar al pueblo a que crezca en discernimiento y libertad, es fundamental también para superar el individualismo imperante en la actualidad y el egoísmo siempre acechante en el espíritu humano. El personalismo comunitario es la base de relaciones concretas de desarrollo personal, de lucidez, de generosidad y un elemento fundamental en la transformación de las estructuras de opresión e infamia. No basta ser "buenos" individualmente y buscar el puro desarrollo individual. El compromiso con el otro y con los otros puede darnos la posibilidad de superar cosas concretas que nos aquejan en nuestra región: la falta de participación social se explica, al menos en parte, por esta indiferencia ante los problemas de los demás. La corrupción busca beneficios individuales en detrimento de los demás, la problemática de la violencia y las acciones en favor de la paz serán posibles sólo si hay esa apertura al bien común.

Las exigencias a ser más eficientes las acciones de las autoridades será un clamor popular que no podrá dejar de ser atendido (por ejemplo la construcción de un paso a desnivel); los servicios públicos, desde esta perspectiva ya no serán más una gracia concedida, un favor que hay que aplaudir o un regalo de un cacique generoso dado a cuentagotas. La coordinación de los diversos niveles de gobierno, las acciones conjuntas de las ciudades laguneras, los servicios de transporte metropolitano, las relaciones solidarias de la ciudadanía, la coordinación de acciones de las diversas asociaciones ciudadanas, serán realizadas si entendemos que todo ser humano es digno de admiración y de respeto y que en su desarrollo como persona está incluido el mío. (idea tomadas de una conferencia del escritor español Carlos Días en la biblioteca del teatro Alberto M. Alvarado).

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