Cada vez más la energía eléctrica que se consume en el país es producida por empresas, tanto para el consumo del propio sector privado como para abastecer, bajo contrato, a la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Pese a este formato las pérdidas de la CFE siguen en aumento. Así, entre 2005 y 2012, la generación bruta de Productores Independientes de Energía (PIEs) aumentó un 79 por ciento, desde 45.56 terawatts hora (TWh) a 81.75 TWh, mientras que la generación bruta de la CFE subió apenas un 4 por ciento, de 171.60 TWh a 178.65.
En ese mismo lapso, los resultados financieros de la paraestatal empeoraron debido a cargos que no están relacionados con la generación de energía, como pasivos por obligaciones laborales y costos por beneficios a empleados.
Además, la CFE debe pagar una cuota de aprovechamiento al Gobierno federal por los activos que utiliza para prestar el servicio público de energía eléctrica, que se determina en función de una tasa de rentabilidad diseñada para las entidades paraestatales.
La CFE tuvo una utilidad neta de operación en 2005 de 4 mil 835 millones de pesos, pero luego en los primeros 8 meses de 2012 (última cifra disponible) acumuló una pérdida de 4 mil 682 millones.
El año pasado, su costo actuarial por obligaciones laborales ascendió a 18 mil 687 millones de pesos, mientras que el costo neto por beneficios a empleados fue de 14 mil 160 millones. Además, su cargo por aprovechamiento fue por 44 mil 185 millones de pesos, cantidad que no fue desembolsada por completo, ya que la CFE recibió 42 mil 733 millones correspondientes a subsidios a electricidad para consumidores.
Durante 2005, el cargo por aprovechamiento había sido de 50 mil 485 millones, pero las transferencias del Gobierno para subsidios fueron de 67 mil 158 millones. Un reciente reporte del Fondo Monetario Internacional refiere que desde 2002 se ha erosionado la base de capital de la paraestatal.