"No se asusten, yo soy policía y estoy orgulloso de serlo", aseguró el comisionado del Instituto Nacional de Migración (INM,) Ardelio Vargas Fosado, quien dijo que comenzará con una depuración y reestructuración del organismo a su cargo.
"Soy respetuoso de lo que digan las organizaciones civiles, las atiendo, escucho, y procuro ver qué necesitan. No se preocupen, soy policía y estoy muy orgulloso de serlo, mis hijas están muy orgullosas... ser policía no implica ser alguien rechazado por la sociedad, al revés, ser policía es un honor y una gran responsabilidad, el honor de ser funcionario público, la responsabilidad de tener en sus manos la seguridad e integridad física de las personas", aseguró en breve entrevista en la Secretaría de Gobernación (Segob).
La gestión de Vargas Fosado como secretario de Seguridad Pública en Puebla se caracterizó por hacer operativos arbitrarios, con exceso de la fuerza pública y violaciones a las garantías individuales, de acuerdo con reportes oficiales de la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).
Entre 2011 y 2012, el ahora funcionario federal acumuló ocho expedientes por denuncias ciudadanas por agresiones a la integridad y seguridad personal, faltas al trato digno, detenciones arbitrarias, violencia, actos homofóbicos, entre otros.
Ante esos señalamientos, reconoció que como policía le tocó vivir "situaciones difíciles", pero al tomar el cargo "juré y protesté hacer cumplir la ley y eso es todo lo que he hecho en los momentos históricos que me ha tocado vivir y responde a México".
Aseguró que como parte de su nueva encomienda vendrá una "sacudida en la estructura" del INM para que en un año se cuente con una institución confiable, útil y que trabaje de cerca con las organizaciones de derechos humanos "a las cuales yo respeto y confío", reiteró.
"Llegué el jueves, estoy tratando de sacudir, pero si empieza a salir polvo por las ventanas no se asusten, estamos limpiando y sacudiendo", dijo.