Estados Unidos consideró que la estrategia antinarcóticos que comparte con México "requiere de una atención y esfuerzos adicionales" para enfrentar con éxito "una amenaza multifacética a la seguridad nacional" de ambos países.
Al dar a conocer su estrategia antinarcóticos para la frontera sur en 2013, la oficina que encabeza el zar de la droga, Gil Kerlikowske, consideró que "a pesar de los éxitos alcanzados, y de una mejora en la coordinación, en la cooperación, en el intercambio de información y en la unidad de esfuerzos (con México)" aún se requiere mayor trabajo para contener la expansión de los cárteles hacia ambos lados de la frontera.
En este sentido, consideró que la estrategia antinarcóticos, sigue siendo un componente esencial de la seguridad fronteriza que hoy sustancia el debate sobre una nueva ley de migración en Estados Unidos.
"Este plan se ha fortalecido a partir del progreso que hemos alcanzado en los últimos años para reforzar nuestra frontera con México, al mismo tiempo que trabajamos para reducir el consumo de drogas en Estados Unidos", consideró Gil Kerlikowske.
En el reporte de la estrategia, que mide los avances y los desafíos que aún permanecen pendientes, la Oficina Nacional de Políticas para el Control de las Drogas (ONDCP) aseguró que entre los retos y desafíos pendientes se mantiene como objetivo primordial "la reducción del tráfico de drogas" a través de su frontera sur.
El informe establece que entre 90% y 95% de la cocaína que ingresa ilegalmente a Estados Unidos transita por el corredor de México y América Central.
La oficina responsable de la estrategia antinarcóticos de la Casa Blanca reconoce también que el tráfico de armas hacia México sigue siendo "una amenaza" para la seguridad de ambos países.