La comisión de cardenales responsable de aprobar los balances financieros del Vaticano pidió hoy avanzar en una reforma los entes de la Santa Sede para reducir los costos del gobierno central de la Iglesia católica.
Esto durante su reunión semestral en la que estudiaron y aprobaron los balances correspondientes a 2012, que fueron dados a conocer públicamente este día y que arrojaron un superávit de más de 25 millones de euros (más de 32 millones de dólares).
Los 15 integrantes del Consejo de Cardenales para el Estudio de los Problemas Organizativos y Económicos de la Santa Sede, entre ellos el arzobispo de la Ciudad de México, Norberto Rivera Carrera, se reunieron los días 2 y 3 de julio.
En el encuentro les fueron presentados los balances consultivos de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano y de la Santa Sede, que responden a dos presupuestos distintos.
Mientras la Gobernación rige sobre las 44 hectáreas autónomas que ocupa El Vaticano en Roma, la Santa Sede incluye a la Curia Romana y todas las oficinas que sirven de apoyo al Papa en el gobierno de la Iglesia universal.
Así, según los datos oficiales, en 2012 la Gobernación tuvo ingresos por 261 millones 469 mil 919 euros (339 millones 483 mil 145 dólares) y egresos por 238 millones 390 mil 118 (309 millones 517 mil 161 dólares).
El superávit en este balance fue de 23 millones 079 mil 801 euros (29 millones 965 mil 984 dólares), que se debe sumar al superávit del otro presupuesto, correspondiente a la Santa Sede y que fue de dos millones 186 mil euros (dos millones 838 mil 223 dólares).
Esto porque la Santa Sede, en el mismo arco de tiempo, tuvo ingresos por 250 millones 660 mil euros (325 millones 544 mil 793 dólares) y gastos por 248 millones 474 mil euros (322 millones 609 mil 711).
Los números verdes de las finanzas vaticanas son producto de un plan de recorte ya puesto en práctica por la Prefectura para los Asuntos Económicos de la Sede Apostólica, una estrategia obligada por causa de la crisis y el descenso de las donaciones.
De hecho, las donaciones del llamado "Obolo de San Pedro" pasaron de 69 millones 711 mil 722 dólares en 2011 a 65 millones 922 mil 637 dólares en 2012.
El impacto de la crisis se ha visto también en la aportación que las diócesis de todo el mundo mandan a Roma y que sufrió una caída del 11.9 por ciento, pasando de 32 millones 128 mil 675 dólares a 28 millones 303 mil 239 dólares.
Por todo esto los cardenales "animaron la necesaria reforma encaminada a reducir los costos mediante una obra de simplificación y racionalización de los organismos existentes, así como una más atenta programación de la actividad de todas las administraciones (del Vaticano)".
