Piden en EU evaluar Plan Mérida
Si los objetivos de Enrique Peña Nieto en seguridad son diferentes a los de Washington, o se detecta un cambio significativo en la cooperación con México, el Capitolio quizá deba reevaluar la aprobación de algunos de los fondos de la Iniciativa Mérida, recomienda un análisis del Servicio de Investigación del Congreso (CRS por sus siglas en inglés) estadounidense.
De acuerdo con el documento "La cooperación EU-México en seguridad: la Iniciativa Mérida y a futuro", fechado el 12 de junio, en el contexto del desembolso de 234 millones de dólares solicitados por Barack Obama para el año fiscal 2013 y 183 millones de dólares más pendientes de aprobar por el Congreso para el año fiscal 2014, existen varios puntos que los legisladores de EU deberán tomar en cuenta antes de avalar o no el requerimiento.
Clare Ribando Seelke, especialista en Asuntos Latinoamericanos, y Kristin M. Finklea, analista en Seguridad Interior, autores del reporte dirigido a integrantes y comités del Congreso, consideran que en primer lugar los legisladores tal vez deban analizar cuál es el objetivo de la Iniciativa Mérida. También, dicen, asegurarse de que aquellos que la aplican cuenten con formas adecuadas de medir su éxito. Algo que ambos ponen en duda.
"Si la Iniciativa Mérida es juzgada insuficiente, el Congreso quizás deba considerar cómo mejorarla. Cuando revise la asistencia futura, también es probable que deban analizarse los recursos que en México, un país de ingreso medio alto, destina para seguridad Enrique Peña Nieto, y si estos fondos se complementan o se duplican", establecen los expertos al hablar sobre el panorama futuro del asunto.
En cuanto a la agenda de seguridad del Presidente mexicano, afirman que da prioridad a los derechos humanos, la participación ciudadana y a la prevención del crimen, lo cual podría empatar con los pilares dos y cuatro de la Iniciativa Mérida.
El pilar número uno es dañar la capacidad de los grupos del crimen organizado; el segundo, reformas institucionales para la ley y el respeto a los derechos humanos; el tercero, crear una frontera del Siglo 21 y el cuarto, crear comunidades fuertes y resistentes al crimen. Sin embargo, en varios puntos los autores del reporte hacen énfasis en lo poco clara que resulta la estrategia de Peña Nieto en seguridad, pues de acuerdo con ellos, muchos de los planes del mandatario priista que podrían encuadrar en los dos primeros pilares aún no se conocen, y mucho menos se han implementado.
"Por ejemplo, la estrategia (de Peña Nieto) mantiene el rol del Ejército en labores de seguridad pública al menos hasta 2015; cuándo y cómo la labor de los militares será diferente que la que tenían en el gobierno de Felipe Calderón, es algo que requiere ser aclarado", dicen los especialistas.
Añaden que de acuerdo con un analista de seguridad entrevistado, Raúl Benítez Manaut, investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México, al inicio del gobierno de Peña Nieto, el mandatario decidió regresar a los cuarteles a cerca de 30 por ciento de los soldados que enfrentaban al crimen desde la época de Calderón.
El documento registra que Peña Nieto se decidió por reformar, más que por desmantelar a la Policía Federal, de manera que ésta se enfocara en investigaciones y combate de crímenes de alto impacto, como el secuestro y la extorsión, pero eso es "algo que está por verse".