Propuesta. El IEDT propone en primer plano la necesidad de fortalecer el papel de las autoridades electorales federales y locales, como 'productores de confianza pública..
La agenda de la reforma electoral que el Pacto por México ha decidido abordar como prioridad en las siguientes semanas es inconexa y contradictoria, advierte el Instituto de Estudios para la Transición Democrática (IETD).
En una carta dirigida al líder nacional perredista, Jesús Zambrano, en su calidad de presidente en turno de la mesa del Pacto, la Junta de Gobierno del IETD -integrada por Ricardo Becerra, Lorenzo Córdova, Ciro Murayama, Raúl Trejo y José Woldenberg- llama a jerarquizar los temas de la reforma.
Además, a poner en primer plano la necesidad de fortalecer el papel de las autoridades electorales federales y locales, como "productores de confianza pública".
En un desglose de cuatro temas prioritarios, el organismo identifica como la principal fuente de vulnerabilidad del actual sistema electoral la conversión de las autoridades administrativas en jueces de los procesos comiciales.
"La radicación de los procedimientos sancionadores, especialmente del llamado 'especial', ha alterado el funcionamiento del arbitraje electoral, pues, por definición, su trabajo es crear confianza y producir consensos a lo largo del proceso, confianza y consenso que se rompen en cada resolución de juez, pues alguna de las partes -acusadora o acusada- acaba irremediablemente agraviada, malquistada con el árbitro", indica.
Ante ello, propone trasladar los procedimientos de sanción al Tribunal Electoral del Poder judicial de la Federación.
Expone que, en los últimos tiempos, muchos de los problemas denunciados como "electorales" no lo son, y pertenecen a otros ámbitos, por lo que no podrán ser resueltos dentro de la lógica comicial.
En la carta, señala que, previo a la creación de un Instituto Nacional de Elecciones, es indispensable afianzar la autonomía política local de los procesos electorales.
"La creación o no, del Instituto Nacional de Electores, es sobre todo una decisión apoyada en una consideración política", estima.
"La operación recentralizadora es una forma indudablemente extrema, pero pueden pensarse alternativamente otras fórmulas: el carácter transexenal de los consejeros locales, es decir, que su estancia no dependa ni coincida de la del Gobernador y, sobre todo, una profesionalización de sus funciones", destaca.
El instituto propone además poner fin a una ambigüedad institucional que arrastra el sistema electoral desde hace 23 años: una cédula de identidad nacional que nunca llegó y una credencial para votar con fotografía que se ha acreditado como el mejor y más popular instrumento de identificación de los ciudadanos en México.
"Lo que es más, dadas sus características más recientes, es muy poco probable que en México se confeccione un mejor documento de identidad, un instrumento que supere en sus componentes de seguridad y fiabilidad a la credencial para votar", sostiene.
En el documento, el organismo destaca que se dirige a la mesa del Pacto para tratar de contribuir en el orden del debate; subrayar lo que es central, para tener mejores elecciones; jerarquizar los temas sobre la base de la experiencia y, sobre todo, pensando en devolver al IFE y a las autoridades electorales locales, su carácter político, técnico y organizativo.
El Instituto de Estudios para la Transición Democrática es una organización independiente que cuenta con 23 años de actividad pública.