Saldo negativo. La guerra de Irak le costó al Gobierno de EU un billón de dólares y dejó un saldo de entre 120 mil y 155 mil muertos.
Con las últimas rachas del frío invernal, un grupo de veteranos de la guerra en Irak se congregó esta semana frente a la Casa Blanca. El objetivo de su concentración, anunciar el inicio de una campaña para presentar ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) una inédita denuncia para exigir al gobierno de Estados Unidos rendición de cuentas por los abusos cometidos y el impacto de una guerra injustificada en Irak que costó un billón de dólares y dejó un saldo de entre 120 mil y 155 mil muertos, según los recuentos de organizaciones como Iraq Body Count y del propio Ministerio de Salud iraquí.
"No debemos permitir que aquellos que están o estuvieron en el poder se queden sin rendir cuentas y que Estados Unidos siga como si nada hubiera pasado tras una guerra que ha causado daños devastadores y de largo impacto para todas las partes implicadas en la guerra", aseguró Jules Lobel, del Centro de Derechos Constitucionales, una organización que se ha sumado a esta campaña.
Diez años después de su inicio, la guerra de invasión en Irak obliga a Estados Unidos a mirar por el espejo retrovisor con un sentido crítico, para reflexionar sobre un conflicto que la mayoría hoy ve como un "fiasco" de monumentales proporciones y como uno de los peores legados en el terreno de los derechos humanos. "La guerra fue todo un despropósito. Comenzando por el hecho de que se inició con pretextos prefabricados -la supuesta existencia de armas de destrucción masiva que resultó falsa-, se hizo uso de la tortura y se utilizó a miembros de las fuerzas armadas como carne de cañón. El gobierno de EU debería reparar los daños ocasionados en una guerra que ha dejado miles de víctimas y heridos", añadió Lobel.
"En muchos sentidos, la guerra en Irak no ha terminado para muchos veteranos y sus familias que hoy lidian con la pérdida de sus seres queridos, con el lento y difícil proceso de recuperación de amputaciones y de heridas profundas que son visibles, pero también imperceptibles", aseguró a su vez Maggie Martin, de Veteranos de Irak contra la guerra, la organización que decidió encabezar la demanda ante la CIDH.
Tras el fin de una guerra (el 31 de agosto de 2010 EU retiró sus últimos efectivos de combate de Irak y puso fin oficialmente a su misión de combate) que ha dejado a un país al borde del colapso y la guerra civil, muchas son las voces que cuestionan los motivos de un conflicto que dejó una factura monumental y causó daños devastadores. Esas voces no están sólo en el seno de miles de familias de veteranos, sino en el tejido de una sociedad como la iraquí, que hoy se encuentra en medio de una compleja lucha por su supervivencia como democracia.
"Hasta ahora, los veteranos de guerra, a quienes se nos presenta como héroes, hemos sido el centro de la atención de los medios por nuestros problemas de salud o nuestras necesidades para reinsertarnos una vez que regresamos a Estados Unidos", aseguró Matt Howard, veterano de guerra en Irak que fue desplegado en la ciudad de Faluja, una de las más castigadas durante la guerra.
"Pero hoy hay una generación de niños que han nacido y crecido en la guerra. Son ellos los que pagan un alto precio. Nosotros hemos tenido la oportunidad de salir de esa zona de guerra. Pero ellos se han quedado ahí, atrapados en medio del caos, la violencia y la ingobernabilidad. Porque, después de la guerra, Irak no es la democracia que prometieron desde Estados Unidos", aseguró Howard.
"Yo no quiero vivir con ese cargo de conciencia. Es por eso que me he sumado a esta campaña para exigir rendición de cuentas", añadió.
El sentido de culpa que anida en el seno de la sociedad estadounidense ha obligado a la mesura y a la sobriedad durante el décimo aniversario del inicio de esta guerra. En un escueto mensaje, el presidente Barack Obama rindió el pasado martes un homenaje discreto a los más de 4 mil 500 militares de Estados Unidos que murieron en Irak y prometió que los más de 30 mil heridos de combate no serán abandonados a su suerte.
En su mensaje, sin embargo, el presidente no dedicó una sola línea al pueblo de Irak, el cual hoy sigue pagando una elevada factura.
"Estados Unidos justificó la guerra que inició hace 10 años prometiendo que llevaría la democracia a nuestro país. En lugar de ello, desataron una profunda y violenta división sectaria y multiplicaron la creación de centros de tortura y detención arbitraria. Provocaron un retroceso en el terreno de los derechos de las mujeres. Una generación de niños ha sido condenada a sufrir, víctimas de un ambiente hostil, con defectos de nacimiento y con inexplicables casos de cáncer que se han disparado. Estados Unidos debería responder por esta situación", consideró Yanan Mohamed, fundadora de la organización Libertad para las Mujeres en Irak.
Diez años después del inicio de la guerra, incluso aquellos que defendieron y respaldaron la invasión de Irak para ir en busca de "armas de destrucción masiva" lamentan que EU haya sido arrastrado a un conflicto que hoy sigue siendo causa de mucho dolor, pérdidas, un abultado déficit en el presupuesto.