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PIÉNSALE, PIÉNSALE

ARTURO MACÍAS PEDROZA

Shalom

El término hebreo "Shalom" representa una idea mucho más profunda que la ausencia de violencia; evoca calma, tranquilidad, orden, armonía, amistad con Dios, bienestar, felicidad.

Progresivamente indica relación pacífica entre personas y pueblos, salvación. Shalom traspasa la esfera puramente individual para entrar en la social: la paz está ligada a la justicia, a la expectativa política. Paz interior y paz social, no es sólo fruto del esfuerzo humano, sino un don de Dios, don gratuito, personificado en el Príncipe de la paz, Rey Pacífico.

Es por esto que el Shalom se distingue de la paz mundana frágil e ilusoria, construida en base a la violencia. No la paz prisionera en la redes de los padecimientos y de las alianzas con el mal, sino la que se fomenta con el trabajo de la conversión personal y de la práctica de la justicia hacia los más necesitados y oprimidos. Ligada al empeño humano, siempre frágil e imperfecto, no podrá jamás ser plena y definitiva en la esfera humana y temporal.

La no violencia nace de esta concepción que, mientras condena el mal opresivo, indica el camino de una resistencia verdaderamente original y desconcertante. Es la lógica opuesta a la ley del Talión, lógica que desplaza al adversario porque lo confunde y lo supera con el amor, pero este amor no se confunde con el silencio pasivo, la resignación y la abdicación ante la injusticia o la violencia opresiva. A la violencia hay que reaccionar, (pero no con más violencia). Es tarea de todos hacer que penetre este "shalom" en el ámbito social, político y económico de nuestra región.

La necesidad de paz es más evidente ante el holocausto que está viviendo nuestra región Lagunera. El trabajo de los "laguneros por la paz" requiere un trabajo coordinado que implica análisis y denuncia de los sistemas de dependencia, empeño en las prácticas liberadoras no violentas, educación a la paz… La paz es un don que se recibe, como obra de Dios que entra en la historia humana para cambiarla. En la paz se cree; en la paz se espera; la paz se ama. Desde esta perspectiva, incluso acciones pequeñas, gestos, signos cotidianos se convierten en constructores de paz: y se descubre la fuerza de semillas de paz, incluso cuando parece que conspira a impedir la paz. De este "sueño diurno" somos anuncio convencido y evocación incisiva; tensión dialéctica viviente de la paz; fecunda y contagiosa, que suscita esperanza en medio de una realidad que parece destruir el futuro.

Esta actitud básica que parece etérea, inaprensible, sutil y utópica es fundamento para cosas concretas que incidan en la construcción de paz: lineamientos de políticas públicas en construcción de paz, coordinación de políticas ciudadanas, planes de desarrollo para nuestra región Lagunera, sistematización de agendas legislativas y leyes sobre construcción de paz, construcción de alianzas con las diversas fuerzas a nivel nacional y regional que promuevan iniciativas de paz, sistematizar, clasificar y definir iniciativas, políticas y leyes sobre paz, de cara a identificar tendencias de comportamiento en el tema, base de datos que permitan identificar las diversas concepciones de paz y los ámbitos de intervención privilegiados por el Estado y las iniciativas ciudadanas de construcción de paz, atención a víctimas, educación para la paz en escuelas.

¿De donde va a venir esto? De la organización de los laguneros que trabajan por la paz, que incluyen a toda la región Lagunera, tanto de Coahuila, como de Durango. Basados en experiencias de otros estados y países. La construcción de la paz promoverá capacitación, coordinación y colaboración para que las acciones por la paz sean efectivas. Las estructuras eclesiales y la asesoría nacional e internacional serán fundamentales, pues evitaran repetir errores que se cometieron al buscar solución de conflictos en otras partes. Se aprovecharán las experiencias y materiales que han probado su eficacia, sin dejar de ser una experiencia que toma en cuenta las fuerzas e iniciativas locales. Este trabajo incluye un compromiso de todos, una coordinación transversal de las diferentes áreas de acción que, sin dejar sus objetivos propios, se impregnan de este propósito de construir la paz en todas las áreas de la sociedad. De esta manera podemos desarrollar un papel activo en las diferentes fases que componen el proceso de construcción de la paz. La Iglesia se ha consolidado como un actor social relevante en la comprensión de las causas, el desarrollo, los impactos, la atención a las víctimas promoviendo estrategias de paz en distintas instancias políticas y sociales y espacios rurales y urbanos. La Iglesia ha sido activa y constante en su labor y en esta crisis no puede quedarse atrás. La búsqueda de una mayor incidencia en la formulación de una política pública de paz y la articulación de su trabajo con iniciativas que incidan positivamente en la construcción de paz, pues cuenta con la infraestructura, el peso histórico, el valor simbólico, la experiencia y los conocimientos necesarios para adelantar esta tarea. Asumir el trabajo en la construcción de paz, más que una acción estratégica, es una necesidad, tanto para la Iglesia, como para la región. La construcción del Shalom" será don de Dios y fruto de nuestras acciones.

piensalepiensale@hotmail.com

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