¡Feliz regreso a clases!
Los adultos deben de transmitir su sabiduría a las nuevas generaciones. No podemos prescindir de los viejos ni de los niños. Si no cuidamos a los niños la sociedad está condenada a morir por no renovarse.
Si despreciamos a los adultos estamos privando a las nuevas generaciones de la gran riqueza de la experiencia, de los conocimientos, de la verdad. "Los ancianos son un verdadero trono de la sabiduría" (Papa Francisco).
La educación es fundamental para el progreso de la humanidad; con ella adquirimos los conocimientos de miles de años de evolución y nos permite seguir creciendo. Pero cada época educa para diversos objetivos. En la época de las cavernas había que enseñar bien el arte de cazar y de correr para poder ser exitoso en la vida (al menos para seguir viviendo), actualmente la educación no prepara para ser cazadores de mamuts. Tampoco es necesario conocer los ciclos agrícolas. Con la tecnología actual una sola persona produce alimentos para 100 personas y el trabajo de campo es sólo para unos cuantos. El conocer el uso de las armas en épocas de la Edad Media sin duda fue fundamental para poder sobrevivir (aunque con la violencia que estamos viviendo, especialmente en nuestra región Lagunera, algunos piensan que una asignatura que lleve este propósito, es cada vez más necesaria, como parte de la formación).Los grandes sabios como Miguel Ángel, Donatello, Rafael y Leonardo da Vinci fueron los que pudieron responder a las necesidades de la época del Renacimiento. Hoy, un pequeño disco compacto contiene toda una enciclopedia. No necesitamos meternos de memoria todos los conocimientos, cuando es tan fácil acceder a ellos con la tecnología.
En un antiguo monasterio francés que tenía sus productos artesanales a la venta, estaba detrás del mostrador un monje ya entrado en años. El ambiente evocaba siglos pasados (hábitos, decoración, productos...). En contraste el anciano monje sacó una calculadora electrónica moderna para hacer la suma de los productos y souvenires que los turistas estaban adquiriendo. Aquella calculadora violaba la pátina de "otro tiempo" que se percibía originalmente; pero todo regresó a su fascinación original cuando el monje tomó papel y lápiz, y al más puro estilo clásico, hizo sus cuentas a mano y las comparó con los resultados de aquel intruso aparato extemporáneo. Muy diferente es la experiencia de intentar dar argumentos suficientes a un niño para convencerlo de aprender de memoria las tablas de multiplicar. "¿para qué perder el tiempo si traigo calculadora en mi celular?"
¿Qué es pues lo que necesita actualmente el mundo? ¡SERVICIOS! Servicios turísticos, asistenciales, de distribución, de atención al público, bancarios, de banquetes, de asesoría, de contabilidad, etc. El gran porcentaje de los empleos en el presente es en esta área de los servicios. ¿Qué tipo de educación se requiere para que la gente pueda desempeñarse bien en el extenso mercado laboral de los servicios?: La respuesta es "LOS VALORES". Los valores son la base de los servicios; las personas con valores estarán más capacitadas para desempeñar los empleos que el mundo actual necesita: puntualidad, presentación, responsabilidad, honestidad, amabilidad, confiabilidad, orden, disciplina, fidelidad, orgullo, justicia, alegría, armonía personal, trabajo en equipo, pulcritud, juicio equilibrado…etc.
Con la tecnología actual es fácil acceder al conocimiento; la capacidad y fuerza física ya no es un elemento fundamental para desempeñar un trabajo, pues son las máquinas las que hacen ahora el trabajo duro; ya no necesitamos formar a todos para la agricultura o la caza. No se trata de formar "niños bonitos que se porten bien", sino capacitar en un modelo educativo que responda a las necesidades de la nueva época.
Al entrar mañana a clases pensemos en ese proyecto de persona que alumnos, maestros y demás actores sociales debemos tener en común. La familia es formadora de personas de modo natural. Su misión formativa capacita al hombre a responder en su existencia concreta para lograr su felicidad en la madurez. La escuela colabora con la familia de forma subsidiaria. Las políticas públicas tienen que pensar primero en qué perfil de mexicano necesitamos formar, antes que pensar en intereses sindicales o de poder. La reforma constitucional y la ley secundaria sobre educación, los temas candentes como la carrera magisterial y la evaluación a los maestros no pueden estar fuera de este proyecto común. Es gravísimo dejar a los estados el control, dividiendo el problema de una corrupción nacional en corrupciones estatales, en vez de proponer una plataforma general que corrija las deficiencias del país. ¿Estarán tomándose en cuenta a los padres de familia y alumnos en estas discusiones? ¿No es la familia la principal responsable de la educación? ¿Es la escuela en tanto que es una sociedad consagrada a procurar la educación, organismo viviente en que encuentran aplicación y verificación las normas pedagógicas para formar al hombre en su integridad y actualidad? ¿Se dan cuenta alumnos, padres de familia, maestros, gobierno y legisladores de la gran responsabilidad de formar a las nuevas generaciones de nuestro país?
La escuela tiene el cometido de promover todos los auténticos y perennes valores de la civilización en las nuevas formas de nuestro tiempo, conduciendo a cada uno de los ciudadanos al nivel a que tienen derecho. Hoy, más que nunca tiene que informar la preparación de un "espíritu" personal de humanidad, de colaboración social, de servicio, de construcción comunitaria. Al regresar a la escuela busquemos lo que es primariamente importante: la formación del hombre en la totalidad y plena madurez de sus facultades, desarrollando una conciencia personal y crítica, con valores que le permitan inserirse en la sociedad moderna.
Necesitamos ponernos de acuerdo con un modelo educativo que responda a las exigencias del país y del mundo actual. Es una tarea impostergable pensar juntos el hombre que necesita México y el mundo actuales y comenzar a formarlo poniendo en ello todos nuestros esfuerzos en colaboración mutua y corresponsabilidad. La educación es la gran tarea nacional.
¡Feliz regreso a clases!
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