“Lo ideal es una policía capacitada y organizada, dentro de límites legales, bien equipada para que la sociedad se “’autodefienda’”.
Autodefensa y estado fallido
La violencia engendra la violencia. ¿Cómo romper esta cadena de la reciprocidad violenta y de la escalada de la venganza? La justicia no es venganza. "La sangre llama a la sangre" es el círculo vicioso e infernal de la violencia que se impone como un destino. Han surgido en el país diferentes formas de "autodefensa" que no pueden ser juzgadas todas de la misma manera:...
...desde grupos de delincuencia organizada que se alzan como "defensores" de una plaza ante la invasión de otros grupos similares, hasta grupos de honrados ciudadanos que, hartos de la violencia y de la incapacidad o complicidad de las autoridades, se han organizado para defenderse por sí mismo logrando resultados positivos, haciendo ver la incapacidad del estado de cumplir con una de sus primeras obligaciones que es la seguridad.
Es cierto que tomar la justicia por propia mano tiene muchos riesgos: Falta de preparación, abusos, errores, informalidad, etc. Por eso lo ideal es una policía capacitada y organizada, dentro de límites legales, bien equipada para que la sociedad se "autodefienda". Las deficiencias en la administración de la justicia no hacen sino poner en evidencia el fracaso del Estado que la sociedad misma ha creado para protegerse. Hay además otras funciones del Estado, que también están dejando mucho que desear: la legislación, la organización de la economía, la atención a los más vulnerables, la organización de la educación, la captación de recursos por medio de impuestos y otros medios para ejercerlos de la mejor manera, evitando dispendios o su uso indebido, el manejo de la economía, el combate a la corrupción.
Cuando una comunidad ve que las funciones propias del estado no se cumplen, es cuando se habla de un estado débil o fallido. En contraste con las promesas hechas en campaña por la actual administración, es evidente que los cambios estructurales están dejando mucho que desear: Se ha reducido la esperanza de desarrollo económico de tres por ciento a uno y medio por ciento, la reforma educativa se redujo un acuerdo entre fuerzas, en la que los que menos interesan son los educandos y los padres de familia. La reforma de la administración gubernamental no toca los puntos importantes, "la Patria es primero" no parece que sea una premisa para legisladores que obedecen a otros intereses y alargan las discusiones posponiendo lo que es urgente, y pactando con fuerzas diversas para dejar leyes "light" en impuestos, en comunicaciones, en la administración del petróleo, mientras las fuerzas sindicales y monopolios económicos sólo defienden privilegios.
Pero la "autodefensa" requiere organización, conciencia de la realidad, creatividad, sentido crítico y participación. El protagonismo de todos es fundamental. Pero no es fácil hacer entrar en esta dinámica a quien, alejado de Dios, ha perdido la esperanza, atemorizado por amenazas reales y ficticias es desanimado y no cree en cambios. Encerrado en su pequeño mundo por el miedo, o "drogado" por la realidad virtual de los medios de comunicación, idiotizado con la novela de moda o sólo interesado con el partido de futbol, no sólo de la "sele", sino de equipos de nombres impronunciables de países lejanos y desconocidos. Siendo individualista no le interesan los problemas de la comunidad, coaccionado tiene miedo a perder pequeños privilegios y "limosnas". Víctimas del uso maquiavélico de la publicidad y de las técnicas de manipulación de masas, por medio de los que dominan la escena de poder no movemos un dedo. Hacemos colas interminables para mendigar un beneficio que nos es debido, nos resignamos ante la ineficiencia de servicios sin levantar la voz, sabemos de "robos" y dispendios del erario por parte de funcionarios y no los denunciamos. Soportamos estoicos la ineficiencia y lentitud de la construcción de un paso a desnivel que ya funcionaba.
¿Qué es lo que hizo surgir a los grupos de autodefensa? Darse cuenta de la incapacidad manifiesta de las autoridades para cumplir su misión y de los tremendos daños que estaban causando a sus seres queridos. En nuestro caso no es poco el daño que se está causando por la incapacidad del estado. Muerte y dolor son las consecuencias de corrupción, impunidad y lucha de poder. La autodefensa necesita armas poderosas como la formación de la conciencia, la renovación de la esperanza y la participación activa y la organización. Cada problemática pide además unidad y creatividad. No podemos calcar métodos de otros lugares y épocas, pero si podemos compartir experiencias exitosas para adaptarlas, para recobrar la esperanza y seguir en la labor de la construcción de la paz, de la justica y de la dignidad humana de la ciudad.
El estado fallido requiere la participación de todos. Tal vez no invadiendo calles y paralizando aeropuertos (o tal vez sí), tal vez no tomando armas y haciendo vigilancia (o tal vez sí), pero seguramente exigiendo que funcione lo que no está funcionando en La Laguna y en el país: Seguridad, justicia, empleo, transporte, paso a desnivel, limpieza, combate a la corrupción, democracia; el objetivo para la sociedad reside siempre en oponerse a la escalada de violencia, a la autodefensa y a la "autojusticia" que manifiestan falta de desarrollo. Habrá menos bandidos no porque haya muchos policías, sino porque la sociedad está mejor organizada. El progreso realizado en todas las áreas y no sólo el económico, y en particular en las facilidades que tengan todos de comunicarse y afirmarse, en la rapidez de las comunicaciones, en la superación de enfermedades físicas y psíquicas, en la utilización racional y honrada de los recursos públicos, en la posibilidad de elegir y remover democráticamente nuestros representantes, en la educación de calidad, en la elaboración y aplicación de leyes. Es necesario que todos puedan acceder a un nivel de vida decente. El orden social no es sino para el servicio de las personas.
Promover esto con agresividad, como fuerza interior que no significa violencia, sino energía vital, dinamismo que nos permita afrontar y "atacar" la realidad desplegando las energías psíquicas y capacidades de adaptación, y si la realidad a cambiar está bien arraigada, redoblar energías y agresividad. La agresividad puede ser destructiva, mecanismo de defensa o constructiva; sin embargo, no podemos vivir sin movilizarla. Tenemos necesidad de defendernos, a veces de agredir, porque es necesario afirmarse para existir. Los conflictos son necesarios y útiles para ayudarnos mutuamente a adaptarnos a nuestra realidad y revertir los daños de un estado fallido, Querer una armonía constante y una tranquilidad perfecta tiene el riesgo de fundarse en la inanición y la violencia. El pacifismo absoluto puede ser peligroso si oculta conflictos e injusticias y puede hacerse perverso presentando como un bien y un ideal una situación que está destruyendo a las personas y al país. A la no violencia lúcida y responsable no le faltan conflictos. La agresividad, la energía combativa que permite afrontar diferentes formas de hostilidad, no es la violencia. Controlada y respetuosa es un componente necesario para nuestra vida social. La discusión y el debate son los medios para encontrar la verdad y el bien, fundamento de la democracia y liberación de fanatismos, opuesta a imperialismos intelectuales, morales, religiosos o políticos y requiere la escucha y respeto de diversas posiciones sin caer en un relativismo.
Dejarse dañar por el otro es colaborar con él en su injusticia; es ser cómplice del que nos está dañando. La no violencia es la lucha para hacer que el otro deje de ser agresor y se convierta en mi hermano.
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