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Educar para la paz

Educar por la paz implica darle una dimensión transversal de forma que afecte a todos los contenidos de todas las dimensiones formativas formales e informales: Amigos, familia, escuela, etc.

Educar por la paz implica darle una dimensión transversal de forma que afecte a todos los contenidos de todas las dimensiones formativas formales e informales: Amigos, familia, escuela, etc.

ARTURO MACÍAS PEDROZA

Cuando en el 2009 hubo en la región un combate entre 2 diferentes corporaciones policiacas y un atentado a un connotado empresario de la localidad nos dimos cuenta que la violencia estaba tomando un rumbo totalmente nuevo.

Ahora los niveles de violencia y de impunidad han llegado a un nivel tal que no puede soportarse. ¿Quién va a resolver esto? Si el Estado o la policía que son los directamente responsables no lo han solucionado no nos queda otro remedio que solucionarlo nosotros. ¿Qué hacer para evitar que haya más víctimas? ¿Cómo ayudar a los que están sufriendo la violencia? La participación ciudadana es fundamental para terminar con la violencia que ha penetrado profundamente en nuestra cultura. Toca a todos actuar para reconstruir la paz, pues a todos nos interesa, a todos nos afecta y de alguna manera somos también parte del problema.

El primer paso es convencernos de ser constructores de paz. El segundo es adoptar una actitud pacificadora. No podemos combatir fuego con fuego; la violencia engendra más violencia. Por ser un movimiento que incluye a todos, debe ser independiente de grupos, partidos o religiones; es más, no tiene enemigos, los causantes de violencia son llamados a ser partícipes, como todos, de la solución de conflictos. El agresor muchas veces ha sido también víctima y necesitado de acciones liberadoras de violencia.

Aunque multifactorial, la cultura de la violencia es la consecuencia de un modelo de desarrollo que proclama el individualismo. Cada quien lucha por sus ganancias a cualquier precio. Esta mentalidad se ha infiltrado como un veneno mortal y requiere una educación que la revierta. ¿Cómo educar para la paz? Promoviendo el aprendizaje de actitudes de respeto hacia todas las personas, de compromiso con los semejantes y de responsabilidad por la resolución constructiva de los conflictos. Educar para la paz es educar en valores. Cuando educamos, consciente o inconscientemente estamos transmitiéndolos. Esto supone enseñar y aprender a resolver los conflictos que están presentes de forma permanente en nuestra sociedad como manifestaciones de la diversidad de intereses y cosmovisiones empleando otros mecanismos.

Educar para la paz es una forma particular de transmitir conscientemente una escala de valores particulares y de actitudes determinadas como la justicia, la libertad, cooperación, respeto, solidaridad, la actitud crítica el compromiso, la autonomía, el diálogo, la participación. Al mismo tiempo se cuestionan los valores que son contrarios a la paz como la discriminación, la intolerancia, la violencia, el egocentrismo, la indiferencia, el conformismo. Requiere un compromiso social desde todas las esferas generando políticas e intervenciones que refuercen los valores y combatan los antivalores mencionados. Es una acción para la acción sin inhibir la iniciativa y el interés, sino para encauzar la actividad y el espíritu combativo hacia la consecución de resultados útiles a la sociedad. Se trata de participar en la construcción de la paz.

Esta educación es continua y de un proceso permanente, por tanto debe ser parte de los proyectos educativos y de los programas e intenciones de los medios de comunicación, ONGs, gobiernos estatales y municipales, etc. supone educar para la paz positiva y no sólo ausencia de conflictos. Esto requiere relaciones fundadas en la paz entre alumnos-padres-profesores; ciudadano y poder. De ello se deriva la necesidad de afrontar los conflictos que se den en la sociedad de forma no violenta. Independientemente de que las exigencias de los maestros de la coordinadora sean justas, como maestros que son están enseñando la solución de conflictos de forma violenta. Si un gran porcentaje de los niños y jóvenes han vivido la experiencia de violencia intrafamiliar (amenazas, gritos, golpes, discusiones, divorcios…), están aprendiendo la violencia en la casa. Si los medios de comunicación les muestran sólo violencia y el ambiente en general es de competencia y lucha ¿podrán ser hombres de paz?

Educar para la paz implica darle una dimensión transversal de forma que afecte todos los contenidos de todas las dimensiones formativas formales e informales: Amigos, familia, escuela, medios de comunicación, religión. Implementar los mecanismos para esta educación implica proporcionar situaciones que favorezcan la autoestima como base importante de las relaciones personales y sociales; la comunicación y convivencia; la participación en celebraciones y actos relacionados con la paz y solidaridad; crear climas democráticos y ejemplos de democracia; fomentar la reflexión, el intercambio de opiniones y la argumentación como defensa y la comprensión de los puntos de vista de los compañeros; establecer entre todos las normas de convivencia; fomento del trabajo y proyectos de grupo; utilizar técnicas de reflexión y desarrollo moral: debates sobre experiencias, clarificación de valores, discusión de dilemas, resolución de conflictos, dramatizaciones, juegos de simulación, etc.

Nuestras mejores armas para educar serán el testimonio coherente, la fuerza moral, la razón y la palabra. Manifestamos nuestro compromiso por la paz: Con la difusión de pensamientos de paz utilizando todos los medios y recursos a nuestro alcance y sumándonos al esfuerzo de otros grupos y personas; Promoviendo gestos de paz como la reconciliación social, la no-violencia en la vida civil y política, viviendo un estilo de vida austero y sencillo y desarrollando una cultura de la solidaridad; Adoptando un lenguaje de paz y despojándonos de expresiones bélicas, de la ironía, de la dureza de juicios, de la crítica irracional, de la agresión verbal; Promoviendo el diálogo y la capacitación para la escucha.

¿Quieres ser constructor de paz equipado con las armas de la verdad y del amor? ¿Quieres ayudar a otros a abandonar el sistema del terror y de la amenaza recíproca, y convertirte al servicio no violento y generoso de la paz? Piénsale.

piensalepiensale@hotmail.com

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