Aunque la derrota no es aún definitiva, la cadena MVS acaba de perder un round más en su pelea por recuperar 42 concesiones para explotar la banda de 2.5 gigahercios, al rechazar el décimo tribunal colegiado en materia legislativa una solicitud de amparo contra el rescate del espectro emprendido por el gobierno en agosto pasado
La resolución ratifica, con algunas modificaciones al calce, una sentencia inicial de un juez que rechaza la protección de la justicia en favor de la firma de la familia Vargas para frenar el procedimiento.
Queda en el aire, sin embargo, el análisis de fondo de los tribunales sobre la justeza de la acción de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes para negarle a la cadena el refrendo de las concesiones bajo el argumento de que el espectro debe ser dedicado a tecnologías móviles de tercera y cuarta generación.
El asunto, de acuerdo a los expertos, podría tardar dos años en desahogarse.
El tema cobra notoriedad con la llegada del nuevo gobierno, dado que la empresa afectada ha señalado abiertamente que detrás de la ofensiva en su contra está una consigna de carácter político.
De hecho, al anunciar la SCT el rescate de la banda, se desató un escándalo al denunciar MVS que el gobierno anterior había intentado chantajearla, es decir refrendarle las concesiones a cambio de la cabeza de una comunicadora incómoda, Carmen Aristegui.
El pecado de ésta había sido solicitar a la Presidencia de la República una respuesta a las acusaciones de supuestos excesos etílicos del presidente Felipe Calderón.
En la fase previa MVS había planteado un proyecto para utilizar el espectro que se le había concesionado con una suerte de carrier de carriers, es decir abrir la posibilidad de renta de espacios a intermediarios que ofrecieran el servicio de banda ancha.
La inversión prevista era de 500 millones de dólares.
Digamos que MVS sí tenía planes para arrendar a futuro un espectro por años desaprovechado, en línea con la vocación que le asignaba el propio gobierno.
El jaloneo entre la SCT y la familia Vargas se había iniciado hace tres años, cuando la dependencia le había negado el refrendo de las concesiones aduciendo que había solicitado extemporáneamente éste.
Más adelante, se adujo que el espectro que mantenía era demasiado ancho, lo que obligaba a su fragmentación.
La situación de la cadena, paradójicamente, se agravó en proporción al éxito de su proyecto de televisión satelital Dish, que le colocó una formidable tienda de enfrente a la empresa estelar de Televisa, Sky.
La andanada, de entrada, se fue contra Teléfonos de México, a quien se acusó de violar el título de concesión con que opera al asociarse con la cadena para comercializar la señal vía su pago con recibos telefónicos.
En la ofensiva, la Procuraduría Federal del Consumidor inició una campaña para declarar ilegal el contrato de servicio que obligaba a un año mínimo de éste… para amortizar el costo de los equipos.
Por lo pronto, aunque MVS tenía concesionada la mayoría de espectro de la banda de 2.5 gigahercios, existen otras seis empresas que mantienen parte de éste, quienes también están en la pelea contra lo que consideran un despojo.
El pleito se calentará frente al callejón en que se ubica el nuevo gobierno ante las acusaciones de parcialidad del anterior no sólo en este tema sino en el de Mexicana de Aviación… por más que a primera vista MVS ya perdió el pleito.
A la callada, la emisora que logró el año pasado mayores ganancias en la Bolsa Mexicana de Valores fue Industrias CH, cuyas acciones crecieron en su precio un inaudito 112.45 por ciento.
El segundo escalón, la medalla de plata, fue para los papeles del grupo financiero Banorte, el único banco que mantuvo su registro en el piso de remates luego del rescate bancario de 1995.
El crecimiento en la cotización de sus acciones fue de 95.19 por ciento.
La sorpresa, además, la ofrecieron el grupo ICA, la principal constructora del país, con un espectacular crecimiento de 94.40 por ciento, en paralelo a Cementos Mexicanos, cuyos valores subieron su costo 80.95 por ciento.
En la ruta está también Alsea, la principal firma de franquicias del país, con un salto de 80.03 por ciento en su cotización.
Del otro lado de la moneda, la acción que perdió más valor en 2012 fue la de Elektra, con 60.68 por ciento de depreciación.
En la lista están también las promotoras de vivienda Urbi, Homex y Geo, con caídas de 40.24, 22.84 y 12.30 por ciento respectivamente.
MEDINA MORA A LA CIMA
En coronación una carrera vertiginosa en ascenso, Manuel Medina Mora fue nombrado ayer copresidente del Citigroup de los Estados Unidos, la matriz de Banamex.
Su tarea principal será supervisar el área global de crédito al consumo de la intermediaria, además de mantener la lupa en su filial de México.
Nombrado originalmente director general del banco en el país, el funcionario sería ascendido a vicepresidente del grupo financiero, para llegar más tarde a la vicepresidencia para América Latina y México.
Medina Mora mantiene una participación de ocho por ciento en el capital de Banamex.
DEPELLE NEGOCIA
Tras rechazar que la firma franquiciaria Depelle haya cometido un fraude en su contra, el mercadólogo Alfonso Noriega Ortiz señala que la empresa está negociando con él la devolución de un anticipo para abrir un negocio que se fracturó al no rendir el local las características reclamadas.
La negociación la encabeza el director general de la firma, Moisés Pinhas.
DI COSTANZO A CONDUSEF
La sorpresa la dio ayer el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, al nombrar como titular de la Comisión Federal para la Protección y Defensa de Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) al exdiputado petista Mario Di Costanzo.
Este había sido Secretario de Hacienda en el "gobierno legítimo" de Andrés Manuel López Obrador.
El nuevo funcionario había sido por años asesor en la bancada perredista en el Congreso en cuestiones de finanzas. Fue uno de los más severos críticos del Fobaproa y la venta de los bancos al capital extranjero sin licitación al calce.
Se trata, pues, de un crítico del sistema, en contraste brutal con el entreguismo de su antecesor, Luis Pazos, a la causa de los banqueros.
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