Plaza Juárez. Luciendo en todo su esplendor el tupido follaje de su arbolado, allá por las primeras décadas del siglo pasado.
"La violencia pretende aniquilarnos; la negligencia matar a Nuestra Plaza."
Un asiduo "Placero".
Esta columna que aparece por vez primera el 23 de julio de 2012 ("El Siglo" Pág. 3E2, la cual sugerimos sea leída, ya que la presente es complemento de ella) y cuyo nombre pretende rendir un homenaje de admiración y respeto al ilustre periodista don Miguel Ángel Granados Chapa, tiene como objetivo principal reivindicar a la Plaza Juárez de nuestra muy querida ciudad de Gómez Palacio, Dgo. Para tal efecto hemos hecho (en las veinte colaboraciones anteriores) relación de su origen, estructura, personajes y acontecimientos que...
... le han dado relevancia e insistido en el propósito que la devuelva como el auténtico espejo de nuestra comunidad.
Las plazas públicas en cualquier ciudad del mundo, que se precie de noble y progresista, reflejan, con mucho, la personalidad, el gusto y las aspiraciones de sus pobladores.
Wikipedia en su artículo Plaza, nos dice: "Desde los orígenes, la plaza ha constituido un órgano biológico de la ciudad, incorporado a la vida de la comunidad como su espacio más convocante. Desde que en la prehistoria, las chozas de la tribu se agruparon en círculo, el espacio central empezó a cumplir la función de escenario de la vida comunitaria. Mucho después se incorporaba a la plaza una actividad principal, el mercado. Sus símbolos fueron la fuente de agua, y el monumento. La plaza funcionó, siempre como patio urbano y atrio de los edificios más representativos de la comunidad…" A la fecha, en muy contadas ciudades del mundo se conserva la actividad comercial por razones de higiene, pero lo demás permanece intacto en todas.
Continúa Wikipedia: "...desde la cultura liberal, las plazas urbanas se clarifican como espacios verdes... predomina el piso vegetal, con tratamientos de jardinería. Son plazas para el paseo y el reposo, salvo un sector equipado para la recreación infantil…" Atendiendo a ésta y otras características nuestra Plaza Juárez, adopta la forma cuadrangular de herencia española, tipo plaza jardín (espacios con prioridad a formaciones vegetales) esa fue su vocación original, acorde a los requerimientos de la zona semidesértica donde está enclavada.
Los recuerdos de la niñez (1956) y fotografías de mayor antigüedad, nos impulsan, al igual que a muchos gomezpalatinos, a pugnar porque se recupere ese pulmón, esa mancha verde que debe ser remanso en los días del estío para los niños y los adultos de la tercera edad que son sus asiduos habitantes.
De esos anhelos y otros más, se tejía la plática que anteayer por la tarde nos ocupaba a mi amigo Francisco Lastra González, ingeniero agrónomo con especialidad en fruticultura, egresado de la Escuela Superior de Agricultura y Zootecnia de Venecia (U.J.E.D.) y al que esto escribe, al saborear una limonada en el famoso puesto, que por herencia de su señor padre, Mingo, ahora atiende el amable amigo C. P. Antonio Casillas Garza, en la Plaza de nuestra preocupación.
En un momento dado, con la mirada puesta en los jardines, el Ing. Lastra, me comenta: "La Plaza no está cumpliendo con su función de dar esparcimiento, sombra, frescor y una atmósfera cargada de oxígeno y aromas vegetales; ya casi no hay árboles, esto se ha convertido en un "asoleadero", más propio para broncearse que para el reposo. ¿Porqué no se rescata?"
Al responderle, qué sugieres, agrega: "Estamos en época de poda para frutales y ornamentales (período de poda invernal). La cual debe de realizarse durante los cinco días anteriores a la fase lunar de Luna Nueva y los dos de ésta, (del 5 al 12 de febrero); se poda en estas fechas especiales para fortalecer el árbol, además de ayudar a la formación de la copa, controlar el tamaño y su saneamiento (quitar ramas enfermas, secas o dañadas).
"Primeramente hay que allegarse la herramienta adecuada: una sierra o "serrote" manual, tijerones y tijeras de podar, luego definir que quieres de tu árbol. En un caso, quitar los "chupones" de abajo (brotes que si no se arrancan inmediatamente se convierten en múltiples ramas) y dejar, de ellos cuando se dejaron crecer, solamente un tronco, el más fuerte, el más sano, el mejor colocado, esto es, el que está en posición hacia el norte (contra los vientos del mismo rumbo) para que no se desgaje.
"En otro caso, quitar las ramas que se cruzan y las que apuntan para abajo, dejando las más fuertes y que apunten hacia arriba. Así conseguiremos árboles frondosos, copudos, altos que prodiguen sombra, esto en tratándose de áreas verdes. En relación con los frutales (cítricos, por ejemplificar) se pueden dejar varias ramas (chupones); cuando venga la fruta, nos quedará a la mano.
"Siempre que podes debes usar herramienta con buen filo para no causar más daño que el necesario para el corte; debiendo hacer el corte arriba de la yema, para que pueda surgir un nuevo brote y que al crecer nos ayude a cerrar la herida"
¿Cómo vez el estado que presentan los escasos árboles de la Plaza?, le espeto a mi amigo, quien con expresión no ajena de tristeza, me responde: "A leguas se notan mal manejados. No se les aprecia poda, ya que presentan de tres a cinco ramas sin suprimir, lo que impide su desarrollo. Cosa diferente sería si se deja una sola rama.
"Hay muchos árboles secos que tienen más de un año en esa condición y no se han sustituido. Esos lugares deberían de ser ocupados por otros árboles de edad, de dos a tres años, con un mínimo de cuatro pulgadas de diámetro, por ejemplo: Moro, de la especie que no da fruto (para muestra un botón: en verano con su gran fronda, el que se aprecia frente al puesto de Mingo); álamo lagunero (alamillo) que crece en las márgenes del Río Nazas y rápido brinda una sombra abundante y la Lila de sombrilla, que aguanta el frío y su flor ofrece un aroma precioso.
"El fresno pudiera ser otra opción, muy frondoso y aguanta el frío, aunque requiere de mucha agua, lo que no sería obstáculo si se canalizara el desperdicio de los bebederos, que, sin drenaje, se acumula en el piso formando lagunas negras y pestilentes. En última instancia, que tanto puede costar que una pipa haga el servicio de regar adecuadamente el arbolado, que precisamente, por falta del líquido suficiente se ha ido erosionando el patrimonio forestal".
Bueno -le corrijo a mi interlocutor- Cierto es que existen dos bebederos en la Plaza, pero uno de ellos, el situado por la calle Centenario, desde siempre ha estado cegado a la población, y de su parte inferior sólo extraen agua, exclusivamente, los lavacoches.
Bien, pero regresemos al tema en comento, Ing, Lastra, ¿cómo nos puedes ilustrar sobre la reposición de los árboles?, a lo que responde: "La plantación debe hacerse lo más cercano a la Luna llena, esto es, a más tardar la última semana de febrero. Previamente (de 20 a 30 días) se deberá hacer la cepa o agujero donde se plantará el árbol, para que le dé el aire y el sol (se "intemperice") debiendo ser de mayor dimensión que la raíz (ampliar unos 20 centímetros) y utilizar ese espacio para rellenarlo de "tierra nueva" (la aireada) mezclada con composta.
"Cuando el suelo es arcilloso, se puede hacer una mezcla por partes iguales de arena, composta y la tierra del lugar; en terreno arenoso, se invierte la fórmula.
La composta es muy importante, porque nuestros suelos son pobres en materia orgánica y de un buen suelo depende un buen desarrollo del árbol, su producción (frutales) y su crecimiento (ornamentales).
Ingeniero Lastra, a simple vista se aprecia la existencia de plagas en la corteza de los árboles adultos, ¿cuál es el origen?: "La termita, la pudrición de la raíz y de la corteza que actualmente están presentes en los fresnos (viejos o avejentados) de la Plaza, son causadas por riego insuficiente y carencia de materia orgánica en el subsuelo, lo que produce estrés y la incidencia de enfermedades. Se riega superficialmente el pasto de los jardines, que no propiamente a los árboles de grandes alturas.
"Con sólo levantar la vista podemos observar las copas secas de los árboles grandes, síntoma inequívoco de la falta de agua. Pudieran reaccionar si desde ahora los regamos todo este mes en cantidades abundantes, por supuesto, formándole su cajete a cada árbol y de no reaccionar la copa con el tratamiento, en un mes (segunda semana de marzo) proceder a podarla, para provocar su reactivación."
Creemos como buenos laguneros, que para conseguir árboles adultos candidatos a trasplante, sin erogar dinero, se puede realizar una convocatoria pública y muy probablemente habría gran respuesta de quienes ya no desean conservar un ejemplar, o bien, lo donarían para que luciera en un lugar de honor y diera servicio a toda la comunidad. Nada se pierde con intentarlo. Continuará en una segunda parte. Nos encontramos el siguiente domingo D.M. Agur.
P.D. Sirva la presencia de esta colaboración, realizada con el máximo y sincero anhelo de servir, para solidarizarnos con todos los trabajadores, compañeros nuestros de "El Siglo de Torreón", auténtico Defensor de la Comunidad.
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