"…Ayer maravilla fui, ahora…"
La historia de nuestro Gómez Palacio, registra momentos de lustre y preponderancia en comparación con los demás municipios laguneros, gracias al establecimiento dentro de su territorio de instituciones y...
...dependencias, públicas de servicio -algunas ya desaparecidas- de significada trascendencia.
Entre ellas podemos citar: la Casa Redonda de Ferrocarriles, la Planta Francke, generadora de energía eléctrica (después se agregarían la Termoeléctrica y Ciclo Combinado), el Club Lagunero, el Colegio Villa de Matel, el Instituto Francés de La Laguna, el antiguo Centro Campestre Lagunero (Club Campestre de Gómez Palacio, desde 1999), la Planta de Almacenamiento y Distribución de PEMEX, la Sucursal del Nacional Monte de Piedad (actualmente recuperada), La Casa de la Cultura, entre otras.
Se suman a lo anterior, empresas privadas líderes en su ramo que han dejado de operar a la fecha por circunstancias muy diversas, como: Industrial Jabonera la Esperanza, Curtiduría y Fábrica de Calzado La Unión, Industrial del Nazas (casimires, cobijas, suéteres.) la Amistad (hilados y tejidos), el Molino de trigo El Brillante, Los despepites, la Vinícola del Vergel y otras más.
Afortunadamente, desde hace algunos lustros, la cuenca lechera (primera en importancia en el País) provee de materia prima a las industrias lácteas que surten en su gran mayoría la demanda nacional, al igual que las empresas industrializadoras de carne de bovinos y pollo, y las de explosivos y mecha para minas, que antes fueron de DuPont; La confección de ropa de mezclilla, la industria del concreto (postes y registros, eléctricos) y la metal-mecánica, encabezada por Tubería Laguna, estas últimas, de calidad reconocida a nivel mundial. No es gratuito que el 70% de las exportaciones regionales, corresponden a la industria lagunera de Durango.
Las empresas pioneras y las que siguen siendo fortaleza económica y orgullo de nuestra ciudad, han dejado un valioso sedimento que ha labrado una estirpe de técnicos y trabajadores manuales, que nos recomiendan y hacen posible que algunas empresas, que habiendo emigrado en busca de mano de obra más barata, regresen obligados por la exigencia de sus consumidores: mejor calidad en sus productos.
La integración de nuestra población, en un principio, con inmigrantes de muy diversas regiones de México y del mundo, propició que en Gómez Palacio y, en general, en toda la Región Lagunera, surgiera un prototipo de habitante: el clásico Lagunero, que contagiado de lo mejor de cada etnia, aprendió a convivir y a superar el reto que le presentaba el nada cómodo, clima semi-desértico.
Desgraciadamente, las circunstancias adversas que desde hace algunos años, nos atenazan desde el exterior (de carácter económico, de violencia, de marginación), han engendrado una abulia que nos tiene sumidos en un estado de parálisis que nos empequeñece. ¡Sacudámonos esa catalepsia moral que nos aniquila y honremos nuestra calidad de Laguneros!
Saludable, también, es volver la mirada a las virtudes de algunas de nuestras instituciones y dependencias que en el pasado fueron motivo de orgullo y distinción, que gozaron de épocas hegemónicas y que además promovieron el desarrollo económico y por consecuencia la abundancia de fuentes de trabajo:
A) Los Talleres de la Casa Redonda de Ferrocarriles, en los albores del siglo XX, aportaron su valiosa cuota al movimiento revolucionario de 1910 (iniciado en Gómez Palacio, por el tranviario J. Agustín Castro y su cauda de valientes), con un "batallón" de decididos maquinistas y fogoneros al mando de sus indómitas máquinas de vapor que arrastraban decenas de carros repletas de "Dorados", "Juanes", "Adelitas" y "Valentinas"; cañones, carabinas 30-30, parque, provisiones y material de sanidad, y llevando como conductor, nada menos, que al jefe de la División del Norte, el General Francisco Villa. ¡Algo misterioso deben tener los rieles, que están ligados indisolublemente al destino de nuestro terruño!
La derrama económica resultante del empleo, directo e indirecto, que propiciaron durante décadas el Ferrocarril, la Jabonera La Esperanza, y las demás industrias de gran capital, generaron un ambiente de estabilidad y satisfacción popular que detonaron el desarrollo urbano y social de Gómez Palacio: la Ciudad Industrial.
La Casa Redonda establecida en 1907, ocupaba una cantidad considerable de personal, administrativo y manual, que laboraba tres turnos diarios de 7 horas cada uno, para dar servicio de mantenimiento y reparación a las locomotoras de vapor y posteriormente a las de diesel, y a los carros de pasajeros y de carga. En sus talleres prácticamente se construían sus vehículos en general, ya que disponían de una completa y moderna dotación de equipo y herramienta para trabajos metal-mecánicos, carpintería, electricidad, tapicería, Etc. Los maestros encargados de dirigir a los obreros eran connotados especialistas en su ramo, y daban servicio a una importante área del norte del País. Sombrío el día, en que los talleres se mudaron para siempre a Torreón.
B) Otra de nuestras instituciones líderes a nivel nacional, en el sector educativo privado, fue el Instituto Francés de La Laguna, que inició labores el 8 de febrero de 1939, auspiciado por la corporación Lasallista, con el apoyo de don Luis J. Garza, fundador de la Cía. Vinícola del Vergel, S.A. (que donó tres hectáreas de las 6 de que consta el terreno de la Institución), don José Q. de Miranda, Gerente de Banamex en Torreón y don Mariano Peña. Su incorporación académica se logró gracias a las facilidades otorgadas en ese entonces por el Gobernador del Estado de Durango, coronel Enrique Calderón Rodríguez, impidiendo con ello, que se estableciera en la ciudad de Torreón, como era el proyecto original.
El I.F.L. inició con educación primaria y secundaria, bajo la dirección del Hermano Carlos Thierry; posteriormente incluyó el nivel de preparatoria (en la actualidad ha devenido en Universidad LaSalle y se ha extendido a la ciudad de Torreón). La calidad de sus maestros y su mística educativa encaminada a una formación integral del niño y el joven: "conquistar la virtud por el camino de la sabiduría" y las modernas y amplias instalaciones del plantel, le atrajeron la atención de las familias de todo el País,
Dado que en la década de los cuarenta, las escuelas primarias escaseaban en gran número de ciudades y, además, carecían de secundarias, los padres de familia acudieron a las grandes urbes que les ofrecieron educación de calidad y seguridad en los internados, a sus menores hijos. El I.F.L., atento a los requerimientos de los paterfamilias encontró la respuesta a sus preocupaciones, estableciendo en principio un medio internado (sólo comida al medio día) y poco tiempo después, de manera integral.
Como consecuencia de lo anterior, llegaron niños y jóvenes de clase media alta de muy diversas poblaciones de nuestra geografía y del país del norte, que con el tiempo se convirtieron en capitanes de las empresas de sus padres, en políticos de altos vuelos y en personajes de la vida nacional. No es casualidad el éxito en el deporte de muchos de sus egresados, asignatura que cobra gran relevancia, así como la música, el canto, el escultismo y, fundamentalmente, toda actividad académica que incorpore valores en la formación del educando. El Instituto Francés de la Laguna, desde su fundación ha dignificado, el nombre de Gómez Palacio y, ahora, en otras circunstancias, con más énfasis, a través de su Universidad LaSalle Laguna.
C) El Centro Campestre Lagunero, un oasis en medio del desierto, era el lugar de reunión por excelencia de la sociedad lagunera, para la práctica de los deportes y sus convivencias. Su campo de golf, por su extensión, sus instalaciones y exuberante vegetación, tenía y sigue teniendo, un lugar de privilegio en el ámbito nacional e internacional. Los festejos de postín de las ciudades hermanas se celebraban en sus jardines y salones. En 1957, durante la celebración del Jubileo de Oro de Torreón, el baile principal lo amenizó, ahí mismo, la orquesta de Juan García Medeles.
El día de hoy, precisamente, el Club Campestre de Gómez Palacio, cumple 79 años de haberse inaugurado y para conmemorarlo se esta jugando el LXXIX Torneo Anual de Golf don Antonio de Juambelz y Bracho (nuestro ilustre director de "El Siglo"), en honor a uno de sus fundadores, (los otros dos en grado de importancia, son el general Eulogio Ortiz Reyes y don José F. Ortiz) y por la noche se celebrará el, no menos tradicional, Baile de Independencia, con su emotiva Ceremonia del Grito. Confiamos en que la probada honestidad y gran entusiasmo que caracterizan a nuestro amigo Moisés Ibarra de la Torre, actual presidente, serán fundamentales para superar la difícil situación económica por la que atraviesa el Club.
Esa es una pequeña muestra de los derroteros que nos señala la historia para que enfrentemos con determinación los retos cotidianos. Preservemos lo más valioso que tenemos y emprendamos nuevas acciones que nos lleven a recuperar el terreno perdido y ganarle la partida al porvenir. Nos encontramos el siguiente domingo, D. M. Agur.
hravendano472003@yahoo.com.mx