Ahora que los gobiernos son cotidianamente rebasados por la delincuencia organizada, llámese carteles o corporaciones sindicales (Coordinadora Nacional de ¿Trabajadores? de la Educación, entre otros entes de la misma calaña), se hace necesaria la participación total y decidida de la sociedad civil, ante la amenaza de que naufrague el Estado, en su fundamental tarea de proporcionar seguridad y tranquilidad a los ciudadanos.
Desde hace una década, los mexicanos nos hemos enterado a través de los medios masivos de comunicación, de las distintas formas como se organiza la sociedad civil para afrontar añejas y complejas problemáticas delincuenciales, y de algunos casos, en que la inseguridad ha provocado que la población abandone sus comunidades y sus actividades productivas, ante la apatía del Estado.
Ciudad Juárez y gran parte del estado de Michoacán, son ejemplos extremos de cómo la ciudadanía, acorralada por los delincuentes emigra desilusionada y temerosa, dejando viviendas y negocios, o bien, asumiendo su propia defensa, dada la pasividad y/o la complicidad de los órganos de seguridad pública. En La Laguna, aunque se ha resentido la migración a consecuencia de la inseguridad y se ha lamentado el cierre de empresas, no hemos llegado los habitantes al extremo de tomar las armas y asumir la función de velar por la tranquilidad de nuestras comunidades.
La crisis que padecemos los laguneros nos plantea la disyuntiva de emigrar o de luchar. Nuestra Región es un ejemplo a nivel nacional de perseverancia y esfuerzo, que es legado y, a la vez, reto, dejado por nuestros valerosos ancestros. No vencimos al desierto, lo domamos y juntos hemos venido cabalgando; nos hemos servido de él y justo es que le retribuyamos. Ahora, por no decir que desde ayer, es el momento de tomar conciencia y afrontar nuestra realidad participando todos y cada uno, para devolverle la sonrisa a La Laguna.
Las grandes empresas se comienzan por lo elemental. Primero démosle una barrida a la casa, todos juntos, para vernos a los ojos, para identificarnos, para convivir, para coincidir, para asumir responsabilidades, y así, en la plena conciencia de lo que queremos, encaminarnos a forjar el proyecto de Laguna que deseamos, y que, desgraciadamente se ha postergado porque ingenuamente lo hemos dejado a la voluntad de unos cuantos. La solución somos todos (disculpen la frase).
Una de las distintas formas de llegar al punto final, esto es, a conseguir una Región Lagunera, habitable, productiva, próspera, risueña, es el objetivo mayor de la organización ciudadana "Laguna yo te quiero". Su objetivo específico, inmediato, de hoy, es proporcionarle un aspecto limpio y agradable al espacio en que vivimos, para fortalecer nuestro amor propio y que podamos realizar nuestra tarea diaria con entusiasmo y eficacia.
Ambicioso y colosal proyecto, el que desde ayer a las 8:00 horas, comenzaron a cristalizar más de 23,000 voluntariosos laguneros, apoyados por 30 empresas constructoras que proporcionaron sus camiones de volteo, máquinas retroexcavadoras y cargadoras. Brazos y herramientas, atacarán 21 puntos repartidos entre las ciudades de Lerdo, Gómez Palacio y Torreón. La participación de niños y jóvenes, en la transformación de nuestro paisaje, será determinante para el futuro; quien construye con esfuerzo, salvaguarda lo hecho y obliga a los demás a conservarlo.
Muy importante sería que se estableciera un mecanismo de preservación de lo que ahora se haga; que se monitoreen y vigilen las áreas rehabilitadas, para que no se repita lo que sucede con el lecho del río Nazas, que a escasas semanas de realizarse una extenuante y efectiva jornada de limpieza, vuelven los montones de escombro y de basura a trastornar el panorama. Ojalá se conceda al organismo promotor de la campaña de aseo, la ingerencia pertinente en los procedimientos de aplicación de sanciones a los infractores.
Son varias ya, las agrupaciones ciudadanas surgidas en la ciudad de Torreón, Coahuila, que actualmente están incidiendo en la conciencia de la comunidad lagunera para que reparemos en la ecología, en la preservación del recurso agua, en la protección a ciclistas, en el uso racionado de los hidrocarburos, en el ambiente demeritado por la contaminación, en la necesidad de normalizar nuestra vida diaria nocturna, deambulando por calles y espacios públicos, en grupo, sin temor a la inseguridad, y, las más incisivas, exigiendo seguridad, resultados positivos y cuentas claras a los ayuntamientos y gobiernos de los estados.
Para colmo de males, todos los días aparece en los medios informativos, la nueva cuenta bancaria con cifras millonarias en dólares, radicada en los paraísos fiscales, de nuestros políticos, y no pasa nada. Todos los días vemos que se dilapida el dinero público en obras y actos superfluos, y nuestros regidores y diputados, no se dan por enterados. Si de veras queremos el cambio, debemos empezar manifestando nuestra inconformidad, para en seguida, predicar con el ejemplo.
En lo que respecta a Gómez Palacio, seguimos siendo la Ciudad de la Esperanza, y no precisamente por la desaparecida Industrial Jabonera. Tenemos años esperando que se ponga en funcionamiento el Edificio Durango; seguimos esperando que se concluya el Parque La Esperanza, valga la redundancia; seguimos esperando que nos informe el Ayuntamiento sobre 30 millones que están extraviados y, como el Monje Loco, nadie sabe, nadie supo; seguimos esperando que se destrabe el problema que tiene paralizada la Zona de Conectividad, ahora que se inaugura la autopista Durango-Mazatlán; seguimos esperando que se construya el nuevo Hospital General, se concluya el Periférico Ejército Mexicano, se regularice la operación de la Planta Tratadora de Aguas Residuales del Parque Industrial y se pavimente, este espacio de productividad, seguimos esperando…
Anteriormente existían los Consejos de Colaboración Ciudadana, que rindieron buenos frutos a los municipios del país, en lo referente a pavimentación e introducción de redes de agua potable y alcantarillado. Estos cuerpos colegiados fueron el antecedente las antiguas Juntas de Mejoras Materiales, que en el caso de Gómez Palacio, fue la pionera en el ramo de la pavimentación, allá por los años treinta, y presidida, como fundador, por don Ramón González Villarreal.
En la actualidad operan en la Comarca Lagunera, con asiento en Gómez Palacio, dos organizaciones no gubernamentales: la Comisión Cuenca Alto Nazas, con su programa Irritila, para la conservación y restauración de los bosques que son nuestra fábrica de agua para La Laguna, y el Secretariado Regional de Cambio Climático, que tiene como misión proteger nuestro medio ambiente. En ésta última están integrados académicos, investigadores, ambientalistas y empresarios.
No sería mala idea que los actuales ayuntamientos de Gómez Palacio y Lerdo, que vienen siendo objeto de cuestionamientos, respecto de las administraciones pasadas, por no licitar obras, por no consultarlas con la ciudadanía, por no prever contingencias (las colonias El Campestre y aledañas, tienen alrededor de un mes sin agua, porque en el Sideapa, no se tenía prevista, la posibilidad de que fallara el pozo que las alimenta), por la opacidad en el manejo de los dineros, echaran mano de la experiencia de muchos gomezpalatinos que no pueden acceder a colaborar en el servicio público, porque no forman parte de las familias privilegiadas, ni son amigos, ni condiscípulos de los que gobiernan.
Por cierto, sería interesante saber si actualmente existe participación ciudadana efectiva, en los fideicomisos del SIDEAPA, la Feria y el Teatro Alberto M. Alvarado, ya que es de Ley, que se renueven o ratifiquen los consejeros, al inicio de cada administración municipal. Bueno sería que se reformara la integración de esos consejos que están atiborrados de regidores, que duplican su representación y nada aportan en el campo técnico ni administrativo, para que se diera lugar a ciudadanos expertos en el ramo, al cabo, son honoríficos. Por otra parte, se podrían integrar patronatos para rehabilitar y promover algunas instalaciones deportivas y de servicio, y parques públicos, lo que seguramente sería bien acogido por la ciudadanía.
Hacemos votos porque en Gómez Palacio y Lerdo, vuelvan a cobrar forma los organismos independientes de carácter social que fiscalizaban y estimulaban el trabajo de los servidores públicos, y defendían las causas populares con emoción y entrega. Aquellos luchadores de verdad, que no figuraban en las nóminas de la burocracia, estaban hechos de la misma pasta, que los actuales protagonistas del magno evento regional para la erradicación de la basura. ¡Enhorabuena, directivos y voluntarios de "Laguna yo te Quiero"! Nos encontramos el siguiente domingo, D. M. Agur.
P. D. Hoy a las 10:00 horas, es la presentación de la Estudiantina del Instituto 18 de Marzo, frente, al Viejo Edificio y Parque Morelos. ¡Ayer el romántico pasado!
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