"El que calla, otorga". Principio de Derecho. Dentro de los múltiples propósitos que los gomezpalatinos debemos imponernos para enfrentar con madurez el presente año, consideramos fundamental, el de la participación ciudadana.
Se viene acentuando, de unos años a la fecha, una especie de modorra o conformismo con relación a las cosas de la ciudad, y dejamos al total arbitrio de nuestras autoridades la planificación y desarrollo de la obra pública y los servicios comunales.
En la medida en que el desinterés por nuestra ciudad, por nuestro municipio ha ido creciendo, Gómez Palacio, ha visto deteriorada su imagen: el grafiti, los bares para ambos sexos en pleno centro, el descuido de nuestras áreas verdes, el Parque Morelos, la Plaza Juárez, el deterioro de nuestros monumentos cívicos, dan cuenta del poco respeto que le tenemos a nuestro patrimonio social.
Las otrora organizaciones político-sociales que luchaban por el mejoramiento de sus barrios y colonias; por evitar el alza arbitraria de impuestos y por la prestación digna de los servicios públicos, no obstante que han proliferado, se han desdibujado y en algunos casos han desaparecido, sepultadas por la dádiva, la despensa o la iguala mensual.
Las uniones de propietarios de fincas urbanas, las cámaras de la iniciativa privada, que anteriormente alzaban su voz y se les atendía, han enmudecido durante mucho tiempo y han perdido su condición de factores de regulación del poder público y de promotoras del desarrollo productivo.
Por ello, llama nuestra atención el hecho de que el pasado día 2 enero, en la Edición de Gómez y Lerdo de "El Siglo", Osvaldo Juárez Hernández, Presidente de la Cámara de la Industria de Transformación Delegación Gómez Palacio, se manifestara en relación con la autorización del Presupuesto de Egresos de casi mil millones de pesos para el municipio de Gómez Palacio, al expresar que tendrá que estar estrechamente vigilado por la sociedad en general para que su aplicación sea real y acorde a como se etiquetó: "No se puede permitir que se gaste de una manera irresponsable o que no llegue a su destino, es muy importante, ya que al haber logrado el incremento, tenemos que responder con un carácter observador y verificar que las obras y programas en realidad se lleven a cabo en la ciudad". ¡Bien por los Industriales!
Nos hemos venido acostumbrando a ver, sin chistar, que le den un brochazo con "eslurri", especie de chapopote, a los arroyos de nuestras calles y que encima le empalmen el calificativo de "pavimentación". Vemos con indiferencia que se obstruya por tres semanas el principal eje transversal de comunicación vial de la ciudad (calle Independencia, con preferencia) injustificadamente con motivos escasos y no muy atractivos, de carácter navideño, no obstante, estar recientes los estragos causados al tránsito citadino (más de dos meses) por efecto de las obras de instalación de concreto hidráulico en el cruce de Periférico y carretera a Ciudad Juárez y, "échale al carrito", lo sufrido por la remodelación del bulevar Alemán a la altura del 11-40. ¡No se vale!
Se está construyendo actualmente, no sabemos a que velocidad y calidad, un Parque Ecológico-Museo Interactivo, Etc., en lo que fueron terrenos de la Jabonera "La Esperanza" y que ahora son patrimonio de la Ciudad, difundiéndose muy poco de sus avances y sus alcances. ¿Qué a nadie nos interesa tan importante obra para la niñez y la juventud?
Se han edificado puentes elevados y depresivos, sobre y bajo vías, sin embargo, el "tren" mantiene aislados a los habitantes del oriente con los del poniente de la ciudad, uno por innecesario y el otro por extraordinariamente mal construido. ¡Qué pena!
Se resiente una actividad febril-recaudatoria de un ejército de agentes de tránsito que te acosan por la más leve infracción, en muchos de los casos, pudiendo aplicar criterio para evitar una molestia mayor al ciudadano. ¡Esa rigurosidad es más digna de aplicarse a malandrines, que a la ciudadanía!
En las poblaciones rurales, la situación es más triste, miles de habitantes viven tras la "escenografía" de la ciudad, en condiciones de pobreza, de insalubridad (no funciona adecuadamente el servicio de limpieza) y otros servicios que deberían brindar bienestar y seguridad. ¡Y con el arsénico en el agua, de pilón!
No es ánimo de "jeringuear", pero de veras que hace falta ponerle más amor, si es que no hay recursos por las múltiples "razones" que puedan esgrimirse, a ese jirón de tierra, de nuestros antepasados a los que tanto mencionamos; en el que vivimos y vivirán las generaciones que van a calificar en el futuro nuestras acciones.
Pronto vendrán tiempos de ebullición política, si no es que ya estamos inmersos en ellos; cambiarán de lugar los que ahora ocupan determinado cargo y se encaminarán a otro, sin voltear hacia atrás. ¿Llegará el día de las elecciones y no pasará nada? Esperemos que no sea así. Para que haya gobernantes comprometidos, necesariamente deben existir ciudadanos responsables. ¡Todos somos Gómez Palacio!
Como en todo inicio de año no damos nuestro brazo a torcer y albergamos en lo más hondo de nuestro corazón un hálito de optimismo, de confianza, de fe en los seres humanos, en nuestros conciudadanos, que los hay y de verdad, auténticos, responsables y participativos. Hay motivos, sí que los hay, para creer que muy pronto veremos resurgir el Gómez Palacio, que construyeron y nos legaron nuestros venerados ascendientes. ¡Hay tela de donde cortar, adelante…! Nos encontramos el próximo domingo, D.M…Agur.
Otro sí digo: Desde ésta columna enviamos nuestro abrazo solidario y fraternal al estimado amigo y compañero Samuel Aguilar Solís, egresado de nuestra querida Escuela Secundaria y Preparatoria Federal Nocturna por Cooperación No. 20, por el sensible fallecimiento de su señor padre don Flavio Aguilar Balderas.
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