Abusos. Familiares de cuatro personas detenidas en el poblado Francisco Villa, del municipio de Lerdo, piden a la Vicefiscalía que los agentes de la DEI no cometan abusos ni detenciones ilegales.
Dos hermanos de 42 y 38 años y sus dos hijos, vecinos del poblado Francisco Villa del municipio de Lerdo, fueron detenidos y golpeados por el supuesto robo de unas herramientas y al día siguiente los dejaron salir, pero los familiares tuvieron que pagar diez mil pesos en la Vicefiscalía de la Región Laguna Durango, más cinco mil pesos que les cobró una abogada.
Los afectados quedaron endeudados porque tuvieron que pedir prestado para el pago y ni siquiera les comprobaron el delito.
ALLANAN VIVIENDA
Los hechos ocurrieron la tarde del pasado martes 28, cuando varios agentes de la Dirección Estatal de Investigación (DEI) irrumpieron en el domicilio de Hipólito Rodríguez Rodríguez, de 42 años, en el ejido Francisco Villa y lo sacaron de la casa con insultos y golpes, aunque a quien buscaban era al hijo, Hipólito Rodríguez Hernández, de 18 años, por un supuesto robo que había cometido.
TAMBIÉN AL HERMANO
Luego de la detención de Hipólito, los agentes detuvieron también a Juan de Dios Rodríguez Rodríguez, de 38 años y a Saúl Rodríguez Hernández, de 23 años, a quien soltaron poco después porque los enfrentó Hipólito y les preguntaba cuál era el delito del que lo acusaban.
EL PAGO
Hipólito Rodríguez Hernández, de 18 años y Juan de Dios Rodríguez Martínez, de 17 años se fueron a entregar para que dejaran libres a sus padres, quedando detenidos sin que liberaran a los mayores y salieron los cuatro hasta el mediodía de ayer, previo pago de diez mil pesos a la DEI.
"ASESORÍA" CARA
Por si fuera poco, una abogada que "asesoró" a los familiares, les cobró cinco mil pesos por sus servicios.
"Yo cobro diez mil pesos en estos casos, pero les voy a cobrar sólo cinco mil", les dijo la litigante.
INJUSTICIA
La hermana de Hipólito y Juan de Dios Rodríguez Rodríguez, quien denunció los hechos, manifestó que es una injusticia lo que hacen con la gente humilde, pues además que los detienen en forma ilegal a todas luces, los golpean y todavía cobran los policías por dejarlos libres, sin importar si cometieron algún delito o no.
"Se supone que ellos son los que representan la Ley y no hay a quién acudir para que se haga justicia", dice furiosa la mujer.